La situación económica del Valencia es alarmante

Seiscientos noventa y cuatro compromisarios, en representación de los casi 30.000 socios que en la actualidad posee el Valencia CF, decidirán esta tarde, en la asamblea general ordinaria de 1982, cuál va a ser el futuro inmediato de una entidad que, por primera vez en sus 64 años de existencia, está a punto de descender de categoría. Los créditos bancarios se gestionan cada día más difícilmente, y los avales personales de los directivos parecen haberse agotado, con lo que las finanzas del club han llegado a un límite alarmante.Aunque un posible voto de censura contra el actual presidente no po...

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Seiscientos noventa y cuatro compromisarios, en representación de los casi 30.000 socios que en la actualidad posee el Valencia CF, decidirán esta tarde, en la asamblea general ordinaria de 1982, cuál va a ser el futuro inmediato de una entidad que, por primera vez en sus 64 años de existencia, está a punto de descender de categoría. Los créditos bancarios se gestionan cada día más difícilmente, y los avales personales de los directivos parecen haberse agotado, con lo que las finanzas del club han llegado a un límite alarmante.Aunque un posible voto de censura contra el actual presidente no podrá tramitarse reglamentariamente en la asamblea de esta tarde, sí que al menos se conocerá cuáles son las posibilidades reales de que Ramos y sus directivos cesen en sus puestos. El presidente ha reiterado recientemente su intención de no dimitir "aunque me lo pidan en la asamblea", pero las continuas presiones familiares que recibe para que deje el cargo, dado su delicado estado de salud, y una operación económica de gran alcance que viene gestando con una multinacional para fortalecer sus negocios particulares, podrían desembocar hoy en la sorprendente dimisión de Ramos si los asambleístas le dejaran solo y sin respaldo.

Por primera vez desde su mandato, la actual directiva presentará un déficit de ocho millones como balance del año 1982. Posteriormente, y siguiendo el orden del día previsto, intentará que se apruebe un presupuesto cercano a los 800 millones de pesetas para el año 1983. Fuentes oficiosas cifran la deuda en unos 800 millones de pesetas, y que la directiva asegura ser tan sólo de 200, como consecuencia de la herencia recibida.

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