Liberales y 'liberales'

Mucho tendrán que cambiar en su actitud vital algunos de los dirigentes del congresualmente revalidado PDL para conectar con los anhelos de quienes piensan -en sintonía con el importante artículo publicado ayer en estas páginas por Antonio Papell- que el liberalismo tiene que salir de los restaurantes de moda y trasladar su acción política a la calle, con las ideas y el talante de los radicales italianos.A pesar de ello, el Partido Demócrata Liberal queda vertebrado como el genuino representante y continuador de la rica tradición acuñada en nuestro país por esta familia ideológica. Su proyecci...

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Mucho tendrán que cambiar en su actitud vital algunos de los dirigentes del congresualmente revalidado PDL para conectar con los anhelos de quienes piensan -en sintonía con el importante artículo publicado ayer en estas páginas por Antonio Papell- que el liberalismo tiene que salir de los restaurantes de moda y trasladar su acción política a la calle, con las ideas y el talante de los radicales italianos.A pesar de ello, el Partido Demócrata Liberal queda vertebrado como el genuino representante y continuador de la rica tradición acuñada en nuestro país por esta familia ideológica. Su proyección pública debe ser a medio plezo, en el contexto del previsible relanzamiento centrista, y nada tienen que ver con él estas elecciones municipales, que no son sino el inevitable epílogo de las generales del 28-O.

Sólo sonrojo y desprecio podemos, paralelamente, sentir ante la pandilla de oportunistas -más allá de los respetos personales, ya va siendo hora de llamar políticamente a las cosas por su nombre que, traicionando ideas y amigos, invocan el calificativo liberal al servicio de la derecha

16 de enero.

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