Fuertes presiones sobre la cotización de la libra esterlina

La libra esterlina continuó ayer sometida a fuertes presiones, pese a la decisión de los principales bancos del país de aumentar sus tasas de interés. Según los expertos británicos, el nerviosismo del mercado se debe a la inquietud sobre la posibilidad de unas elecciones generales anticipadas, que todo el mundo anuncia para el verano, como muy tarde.

De nada ha valido que el presidente del Partido Conservador, en el Gobierno, Cecil Parkinson, afirmara ayer ante las cámaras de televisión que la primera ministra, Margaret Thatcher, no tiene intención de adelantar los comicios. A la apertu...

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La libra esterlina continuó ayer sometida a fuertes presiones, pese a la decisión de los principales bancos del país de aumentar sus tasas de interés. Según los expertos británicos, el nerviosismo del mercado se debe a la inquietud sobre la posibilidad de unas elecciones generales anticipadas, que todo el mundo anuncia para el verano, como muy tarde.

De nada ha valido que el presidente del Partido Conservador, en el Gobierno, Cecil Parkinson, afirmara ayer ante las cámaras de televisión que la primera ministra, Margaret Thatcher, no tiene intención de adelantar los comicios. A la apertura del mercado londinense la libra cotizó a un céntimo menos que la jornada anterior, en la que llegó a su nivel más bajo desde octubre de 1976. A media mañana se recuperó algo, pero en pocas horas volvió a caer, hasta quedar a 1,578 dólares.Los bancos británicos, pese a la petición formulada por el Banco de Inglaterra en el sentido de que los tipos de interés permanecieran fijos, se vieron obligados a subirlos un punto (11%). El nerviosismo se acentuó todavía más cuando el Partido Laborista anunció que la política económica del Gobierno conservador es tan desastrosa que un saneamiento de la economía británica exigiría una devaluación importante (hasta un 30%).

La moneda británica se encuentra en apuros desde el mes de noviembre, cuando perdió casi un 5%, y numerosos expertos estiman que el aumento del 1% de las tasas de interés bancario no será suficiente. La mala situación de la libra puede poner en dificultades al programa económico del Gobierno de Margaret Thatcher y disparar la inflación, cuyo control constituye el objetivo básico de toda su política.

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