Posible suspensión del trasvase de aguas del Tajo al Segura

Diversas regiones españolas pueden ver agudizados sus problemas de abastecimiento de agua, si, durante 1983, continúa la sequía que viene azotando al territorio español. La escasez de agua afectará principalmente a la cuenca del Tajo, lo que obligaría a suspender el trasvase de aguas del Tajo al Segura.La sequía que España viene padeciendo de forma significada en algunas de sus cuencas hidrográficas -la del Tajo, muy en primer lugar, seguida de la cuenca del Guadiana y Andalucía oriental- puede poner en peligro las aguas (280 millones de metros cúbicos anuales) que se trasvasan, en la actu...

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Diversas regiones españolas pueden ver agudizados sus problemas de abastecimiento de agua, si, durante 1983, continúa la sequía que viene azotando al territorio español. La escasez de agua afectará principalmente a la cuenca del Tajo, lo que obligaría a suspender el trasvase de aguas del Tajo al Segura.La sequía que España viene padeciendo de forma significada en algunas de sus cuencas hidrográficas -la del Tajo, muy en primer lugar, seguida de la cuenca del Guadiana y Andalucía oriental- puede poner en peligro las aguas (280 millones de metros cúbicos anuales) que se trasvasan, en la actualidad, desde la cabecera del Tajo (embalse de Bolarque) a la cuenca del Segura (embalse de Talave).

Esta posibilidad, al parecer, ya ha sido anunciada por las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo a los regantes del Segura, que, por su parte, han mostrado su descontento, pese a que se les ha hecho ver que ellos están pagando el metro cúbico de agua a seis pesetas, cuando deberían hacerlo a diez. Asimismo, las obras del trasvase se encuentran finalizadas, cuando -por decreto-ley- antes de llegar a esta situación se tendrían que haber cumplido las obras tanto del pretrasvase (abastecimiento a Madrid, depuración de aguas, riegos de La Sagra y Torrijos, etcétera), que no ha alcanzado ni un 35% de su ejecución, como las del postrasvase (donde se da el caso de que no saben qué plantar, ni cómo comercializar los posibles excedentes, dada la cerrazón de las autoridades galas, tan hipersensibilizadas ante las exportaciones hortofrutícolas de nuestra cuenca mediterránea).

Por otra parte, aproximadamente el 40% de las aguas del trasvase Tajo-Segura se están utilizando en el abastecimiento de núcleos urbanos, turísticos o industriales a través de la denominada Comunidad del Taiblilla, lo cual no estaba previsto en la ley del trasvase, que sólo se planteó para las necesidades de nuevos regadíos en la cuenca del Segura.

Por último, cabría significar que el Estado debe novecientos millones de pesetas a Unión Eléctrica Madrileña por el bombeo del agua de Bolarque para su trasvase al Segura.

En general, restando las cuencas de Galicia y norte de España, la situación hidráulica se presenta problemática, cuando no alarmante. La cuenca del Tajo está en estos momentos al mínimo, y no se encuentra en disposición de dar abastecimiento normal a sus ciudades y pueblos ribereños. El Guadiana no se diferencia mucho de lo que ocurre en la cuenca del Tajo; el Guadalquivir presenta tan sólo una mejor perspectiva de forma relativa, y aun el Ebro se encuentra por debajo de la media del último decenio.

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