gente

Alvaro Fernández,

párroco de Santiago de Abres, localidad perteneciente al arciprestazgo de Vegadeo (Asturias), es a los 102 años, edad que acaba de cumplir, el sacerdote católico, en activo, más viejo del mundo, según él mismo asegura, después de la muerte de un compañero alemán que tenía 104 años, informa José Manuel Vaquero. El anciano sacerdote cree que es Dios quien le mantiene vivo porque "quizá , afirma, "tenga un algo que hacer en este mundo", pero aporta otras razones, que, en su opinión, contribuyen también a mantenerle en forma: nunca fumó ni tomó bebidas alcohólicas, aún practica ejercicios de gimna...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

párroco de Santiago de Abres, localidad perteneciente al arciprestazgo de Vegadeo (Asturias), es a los 102 años, edad que acaba de cumplir, el sacerdote católico, en activo, más viejo del mundo, según él mismo asegura, después de la muerte de un compañero alemán que tenía 104 años, informa José Manuel Vaquero. El anciano sacerdote cree que es Dios quien le mantiene vivo porque "quizá , afirma, "tenga un algo que hacer en este mundo", pero aporta otras razones, que, en su opinión, contribuyen también a mantenerle en forma: nunca fumó ni tomó bebidas alcohólicas, aún practica ejercicios de gimnasia, camina varios kilómetros al día para atender sus obligaciones pastorales y se acuesta pronto, aunque permanezca hasta altas horas de la madrugada escuchando la radio.

Archivado En