Crítica:Ópera en la pequeña pantalla

'Don Carlo' o la tenebrosa razon de Estado

Don Carlo, de Giuseppe Verdi, es una tenebrosa historia ambientada en la España del siglo XVI en la que se entremezclan la razón de Estado y del altar, con personajes desgraciados y amores frustrados. La versión que hoy ofrece la segunda cadena de Televisión es una transmisión en diferido desde Oviedo y corresponde a la temporada de ópera de esta ciudad, concluida el pasado mes de septiembre. La representación tuvo una desfavorable acogida por parte de la crítica por el bajo tono de calidad exhibida en la versión ovetense.Los principales intérpretes de Don Carlo son Jaime Aragall...

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Don Carlo, de Giuseppe Verdi, es una tenebrosa historia ambientada en la España del siglo XVI en la que se entremezclan la razón de Estado y del altar, con personajes desgraciados y amores frustrados. La versión que hoy ofrece la segunda cadena de Televisión es una transmisión en diferido desde Oviedo y corresponde a la temporada de ópera de esta ciudad, concluida el pasado mes de septiembre. La representación tuvo una desfavorable acogida por parte de la crítica por el bajo tono de calidad exhibida en la versión ovetense.Los principales intérpretes de Don Carlo son Jaime Aragall, Natalia Troistkaia, Gorojowskaia, Lorenzo Sacomani, Justino Díaz y Luigi Roni.

La dirección musical es obra de Gianfranco Rivoli, al frente de la Orquesta Sinfónica de Brno.

Don Carlo es una ópera que Verdi, siempre en busca de un máximo perfeccionamiento, sometió a profundas revisiones. Fue estrenada en París en 1867. Entre 1882 y 1884 la renovó tanto en el libreto como en la composición musical. Pero dos años más tarde dio marcha atrás e hizo una fusión de ambas versiones.

Influencia de Wagner

Se dijo en su época que tanto en la ópera que nos ocupa como en Aida existe una marcada influencia wagneriana, cosa que Verdi negó siempre, no sin indignación. La idea más cercana a la realidad es que este compositor autodidacta, abierto siempre a las nuevas corrientes musicales resultó más marcado entonces por la música operística francesa.También se ha hablado de los aires patrióticos de Verdi y de su participación en las corrientes libertarias del primer Risorgimento, en su aportación a las luchas por la unidad de Italia. Lo cierto es que en sus obras Verdi se centra más bien en los dramas personales, mientras los aportes históricos son componentes de apoyo.

Sin embargo, en su Don Carlo este segundo componente cobra un relieve singular. Un tétrico ambiente inquisitorial de la España de Felipe II ( padre de don Carlos), la tenebrosidad de las razones de Estado y de faltar y la lucha de don Rodrigo para liberar a Flandes de la tiranía del monarca español con la ayuda de don Carlos constituyen aspectos de gran relieve en la obra, junto al desgraciado amor del, hijo de Felipe II hacia Isabel de Valois su madrastra.

El libreto de la ópera, realiza do por Joseph Mery y Chamille du Locle -revisado posteriormente por Angelo Zanardini- está inspirado en el drama homónimo de Schiller, que sigue las tesis del ministro traidor, Antonio Pérez y Guillermo de Orange (víctima de Felipe II), que acusaron al rey español del asesinato de su hijo. En el final de la ópera de Verdi don Carlos es liberado de la tierra por el fantasma de su abuelo el emperador Carlos V, que es representado en la obra como un fuerte contraste en relación al absolutismo de su sucesor en el trono. Musicalmente, Don Carlo inaugura una importante etapa en la obra de Verdi, en la que entra en contacto con las grandes corrientes de la época. Esta influencia afecta a la estructura literaria de sus óperas y le ayuda a enriquecer la elaboración musical.

Don Carlo, de Giuseppe Verdi, se emite hoy a las 20.30 horas por la segunda cadena.

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