Funeral en Leiza por Gregorio Hernández, muerto en el asalto al cuartel de la Guardia Civil

A últimas horas de la tarde de ayer se celebró en Leiza (Navarra) el funeral por el joven Gregorio Hernández Corchete, de 27 años, casado y con tres hijos de corta edad, muerto en la noche del viernes en la citada población como consecuencia de un atentado terrorista contra la casa-cuartel de la Guardia Civil cuya autoría, hasta el momento, no ha sido reivindicada por nadie. Posteriormente al funeral, el Pleno del ayuntamiento de Leiza, reunido en sesión extraordinaria, acordó por mayoría hacer pública la "total repulsa y condena del acto terrorista ocurrido contra el cuartel de la Guardia Civ...

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A últimas horas de la tarde de ayer se celebró en Leiza (Navarra) el funeral por el joven Gregorio Hernández Corchete, de 27 años, casado y con tres hijos de corta edad, muerto en la noche del viernes en la citada población como consecuencia de un atentado terrorista contra la casa-cuartel de la Guardia Civil cuya autoría, hasta el momento, no ha sido reivindicada por nadie. Posteriormente al funeral, el Pleno del ayuntamiento de Leiza, reunido en sesión extraordinaria, acordó por mayoría hacer pública la "total repulsa y condena del acto terrorista ocurrido contra el cuartel de la Guardia Civil".El Pleno decidió también abrir una suscripción popular, iníciada por el propio ayuntamiento con 10.000 pesetas, y estudiar la situación en que queda la viudá del joven fallecido a fin de establecer las posibles ayudas económicas a la familia.

Antes de la reunión municipal se celebró en la iglesia parroquial de San Miguel, que se encontraba abarrotada de público, el funeral por Gregorio Hernández, al que no acudió su viuda ni tampoco sus tres hijos. Entre los asistentes se encontraban el delegado del Gobierno de la comunidad foral navarra, Francisco Javier Ansuátegui; el presidente del Parlamento de Navarra,

Victor Manuel Arbeloa y el diputado foral Angel Lasunción, que abandonó el templo, en desacuerdo, con la homilía pronunciada durante el acto litúrgico, contra cuyo contenido protestaron después muchos asistentes. A la salida del funeral no se produjeron gritos ni incicentes de ningún tipo.

En sus palabras, el sacerdote que ofició la ceremonia dijo, entre otras cosas, que "desde aquí pido a todos los políticos que se dejen de palabras y gestos espectaculares y que busquen soluciones a los problemas de. nuestro pueblo; sólo así alcanzaremos la paz, que es fruto de la justicia".

Por otra parte, el presidente del Parlamento de Navarra, Victor Manuel Arbeloa, ha manifestado su condena por este atentado, señalando, entre otras cosas: "Con dos asesinatos en una semana sufrimos en Navarra la campaña electoral más peligrosa y sangrienta de todas. El terrorismo independentista está dispuesto a todo por no verse derrotado en las urnas".

"El deber, pues, de todos los españoles demócratas", añadió Arbeloa, "es ayudar y defender a las fuerzas de seguridad del Estado, por partidarios que seamos de todas las reformas democráticas necesarias para hacerlas más eficaces y populares". "Navarra", concluyó el presidente del Parlamento Foral, "responderá al terrorismo independentista el próximo día 28 con más contundencia que nunca. El Gobierno y todo el poder democrático del Estado tienen el deber de no dejarnos morir como alimañas cualquier día de estos".

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El Partido Nacionalista Vasco difundió también una nota en la que, después de condenar energicamente el atentado terrorista, "rechaza la actuación de unos grupos que se permiten disponer de la vida de los demás, arrogándose un derecho que en modo alguno les puede corresponder".

Euskadiko Ezkerra, a su vez, afirmó que en las próximas elecciones los ciudadanos vascos rechazarán las opciones militaristas "que hacen un flaco servicio a todos los que luchamos por la unidad de Euskadi sur".

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