Tribuna:

Sentencia polémica

Al Comité de Competición le han puesto entre la espada y la pared. La expulsión de Landáburu, en el partido de Copa contra el Cacereño, va a producir crujir de huesos. De entrada, a los atléticos les ha parecido sospechosa la decisión del árbitro. Para quienes presenciaron el encuentro la expulsión fue injusta. A Nicolau Casaus le ha sorprendido que un jugador tan correcto como Landáburu cometa una estupidez en un encuentro contra el Cacereño.En el Manzanares, si se produce la suspensión, se verá detrás del asunto la mano blanca que quiere debilitarles justamente para el encuentro del domingo....

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Al Comité de Competición le han puesto entre la espada y la pared. La expulsión de Landáburu, en el partido de Copa contra el Cacereño, va a producir crujir de huesos. De entrada, a los atléticos les ha parecido sospechosa la decisión del árbitro. Para quienes presenciaron el encuentro la expulsión fue injusta. A Nicolau Casaus le ha sorprendido que un jugador tan correcto como Landáburu cometa una estupidez en un encuentro contra el Cacereño.En el Manzanares, si se produce la suspensión, se verá detrás del asunto la mano blanca que quiere debilitarles justamente para el encuentro del domingo. Lo mismo se pensará desde el Camp Nou. Para el Atlético es muy importante la colaboración de Landáburu en el partido frente al Madrid. Si jugara, los del Bernabéu no encontrarían demasiado adecuado el fallo porque a una expulsión directa corresponde al menos en partido de suspensión.

El problema del Comité de Competición estará en decidir si únicamente s e tiene en cuenta el acta arbitral o se modifica la presumible sentencia, de acuerdo con los testimonios verbales de los implicados, el jugador y el árbitro, y los aportados por otros medios. Hace dos domingos toda España vió el rifirrafe entre Buyo y Stielike y el Comité no sancionó porque los incidentes no quedaron reflejados en el acta. Peor será la solución al caso si únicamente se condenara a Landáburu con un partido. Una semana después llegará el Barça al Manzanares. El conflicto, de cualquier manera, es inevitable.

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