Domingo Solís, "Debemos ser sensatos ante la actuación envolvente contra las cajas rurales"

La asamblea anual de las cajas rurales provinciales se desarrolló ayer en Madrid dentro de un clima de unidad total y sin menciones directas a las crisis planteadas en media docena de entidades medianas y pequeñas, así como tampoco a los intentos de mayor control por la autoridad monetaria. Sólo el presidente de la organización, Domingo Solís Ruiz, aludió a "una actuación envolvente" detectada durante los últimos meses, para luego pedir serenidad y sensatez contra ella a los dos centenares de asistentes. Entre éstos había cuatro consejeros de la Rural de Santander expedientados y cesados.
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La asamblea anual de las cajas rurales provinciales se desarrolló ayer en Madrid dentro de un clima de unidad total y sin menciones directas a las crisis planteadas en media docena de entidades medianas y pequeñas, así como tampoco a los intentos de mayor control por la autoridad monetaria. Sólo el presidente de la organización, Domingo Solís Ruiz, aludió a "una actuación envolvente" detectada durante los últimos meses, para luego pedir serenidad y sensatez contra ella a los dos centenares de asistentes. Entre éstos había cuatro consejeros de la Rural de Santander expedientados y cesados.

La ausencia de comentarios de Solís sobre tales intentos y crisis, algunas rodeadas de escándalos, fue secundada por los presentes, ninguno de los cuales hizo uso del turno de ruegos y preguntas. El conocido empresario olivarero, presidente también de la Caja y de la UTECO de Jaén, atribuyó el silencio a la compenetración de los reunidos.Según uno de los asistentes, que ha memorizado para este periódico el contenido de la sesión, antes de empezar ya circuló por los pasillos la opinión de que es imprescindible la unión, sin la cual no hubiera sido posible el auge de las cajas rurales. La asamblea se celebraba a puerta cerrada y sin información previa o posterior a la Prensa, frente a lo que es ya costumbre en las cajas de ahorro y en la banca. No fue permitida la entrada en el edificio a dos redactores de EL PAIS; uno de ellos resultó luego empujado violentamente, cuando trataba de sacar fotos.

Año lleno de logros

Domingo Solís señaló que 1981 estuvo lleno de logros para las rurales. Destacó sobre todo, a este respecto, la autorización para emitir certificados de depósitos y abrir cuentas en pesetas convertibles. También subrayó que fueron reforzadas las relaciones con el Ministerio de Economía y el Banco de España.Tras indicar que 1981 fue mal año agrícola y que las rurales tienen un riesgo con el sector superior a los 220.000 millones de pesetas (mucho mayor que el de la banca oficial y cajas de ahorro, y sólo superado ahora por la banca privada, "a la que debemos felicitar"), Solís reveló que las citadas entidades reunieron el año pasado 5.000 millones de beneficios y se aproximan al medio billón de pesetas en depósitos.

Una y otra magnitud fueron comparadas con los beneficios del Banco Español de Crédito (hacen la tercera parte de los 15.000 millones del primer banco español) y con los recursos ajenos de La Caixa catalana (es la primera caja de ahorros española, con 600.000 millones de pesetas en recursos ajenos). Ello parece relacionado con las rumoreadas pretensiones de hacer de la Caja Rural Nacional una gran entidad, a modo de cabeza de un cuerpo alimentado en toda la estructura de las cajas (casi tres mil sucursales).

En la última década, la Caja Rural Nacional, que nació como cooperativa de crédito y se ha configurado como órgano ejecutivo del Consorcio, prestando servicios de liquidez a las cajas que lo forman (sus recursos para tal fin han aumentado de 4.800 a 6.200 millones), ha pasado de 2.035 millones de pesetas en depósitos de clientes y de las cooperativas a 48.785 millones. Debe además al Banco de España unos 17.000 millones de pesetas, y hace de caudal del crédito oficial para las ocho cajas rurales no calificadas (de 23 millones de pesetas, la concesión total ha pasado a 571 millones y se ha previsto llegar en 1982 a 800 millones).

Los balances de la Caja fueron aprobados por la asamblea sin observación alguna, al igual que la propuesta de destinar más de la mitad de los 392 millones de pesetas de beneficios a incrementar los recursos propios, que se sitúan así en 1.726 millones de pesetas y van a ser reforzados con otros 400 millones.

Tales medidas y la ausencia de comentarios sobre el proyecto de Fondo de Garantía de Depositos para las cooperativas de crédito dan la impresión de que haber sido adoptada una posición en las reuniones de presidentes de cajas y consejo rector de la Caja Nacional, a juzgar por las palabras de Domingo Solís.

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