La introducción de robots en la industria, defendida por Luis Solana y Antonio Puerta

El diputado socialista Luis Solana y el secretario general de la Federación del Metal de UGT, Antonio Puerta, se pronunciaron a favor de la introducción de robots en el mundo del trabajo en el curso de una mesa redonda sobre El avance tecnológico en el sector del automóvil y su repercusión en el mundo del empleo, celebrada en Valladolid y organizada por UGT ante las próximas elecciones sindicales en FASA-Renault.Para Luis Solana, en la aplicación de los robots es inevitable un pacto con los sindicatos, como ha ocurrido en Japón, para que las máquinas hagan las tareas más penosas. "El se...

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El diputado socialista Luis Solana y el secretario general de la Federación del Metal de UGT, Antonio Puerta, se pronunciaron a favor de la introducción de robots en el mundo del trabajo en el curso de una mesa redonda sobre El avance tecnológico en el sector del automóvil y su repercusión en el mundo del empleo, celebrada en Valladolid y organizada por UGT ante las próximas elecciones sindicales en FASA-Renault.Para Luis Solana, en la aplicación de los robots es inevitable un pacto con los sindicatos, como ha ocurrido en Japón, para que las máquinas hagan las tareas más penosas. "El sector del automóvil", señaló, "empieza a salir hoy de la crisis, apoyado en tres bases: reducción de costes, aumento de productividad y aportación de una novedad: la electrónica.

En cinco años habrá un aumento insospechado de la electrónica, y de ahí la necesidad de una reconversión de la mano de obra para su manejo". Tanto el parlamentario socialista como el dirigente de UGT juzgaron como inevitable la robotización y aseguraron que este proceso no lleva forzosamente aparejada la pérdida de puestos de trabajo. Con estas afirmaciones trataron de disipar las dudas de los dos centenares largos de trabajadores, cuyo principal temor era precisamente ése: la pérdida de su empleo ante la llegada de los robots, que FASA-Renault ha comenzado ya a aplicar en la factoría de Villamuriel de Cerrato (Palencia) para la fabricación del R-9.

"Hay que animar a los compañeros", dijo Luis Solana, refiriéndose a la introducción del robot, "para que vean que esto es bueno, y a las empresas, para que expliquen correctamente el proceso, es decir, para que nadie vea en las máquinas a unos asesinos de puestos. Para ello es imprescindible una planificación adecuada que, por ejemplo, en Japón iniciaron en los años sesenta, pero que aquí únicamente acaba de comenzar mediante ese Plan Electrónico Nacional, en el que no tengo mucha confianza". Solana afirmó que la dependencia tecnológica de España era inevitable, "pero en este campo hay des aspectos: hardware (la máquina) y software (el sistema para hacerla funcionar). Pues bien, España puede seguir el camino de Francia, que usa máquinas fabricadas en otros países, pero se ha convertido en tina gran potencia en la confección de programas".

En otro momento de su intervención dijo que "la robótica no es de derechas ni de izquierdas, sino que es un proceso vigente en todo el mundo como instrumento de producción. Vamos a un cambio de la sociedad entera, con una salida a la crisis que pasa por la reducción de horas de trabajo, aunque la CEOE diga lo contrario.

Está claro que el trabajador es un consumidor, y la reducción de salarios tiene un límite, el que obliga al trabajador a dejar de comprar".

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