La situación del Metal se deterioró durante 1981, según Pérez de Bricio

La situación del sector del metal sufrió durante el pasado año un deterioro en su relación precios-costes, en su demanda interna, en su nivel de endeudamiento y en su competitividad internacional, señaló ayer en el transcurso de la asamblea general de Confemeltal Carlos Pérez de Bricío, quien fiie reelegido presidente de esta organización patronal.En su informe a la asamblea general, Carlos Pérez de Bricio destacó la baja productividad del sector, deprimida a causa de los excedentes de plantilla, y el descenso de las exportaciones de productos metálicos, que cayeron desde el 42% del total en 1...

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La situación del sector del metal sufrió durante el pasado año un deterioro en su relación precios-costes, en su demanda interna, en su nivel de endeudamiento y en su competitividad internacional, señaló ayer en el transcurso de la asamblea general de Confemeltal Carlos Pérez de Bricío, quien fiie reelegido presidente de esta organización patronal.En su informe a la asamblea general, Carlos Pérez de Bricio destacó la baja productividad del sector, deprimida a causa de los excedentes de plantilla, y el descenso de las exportaciones de productos metálicos, que cayeron desde el 42% del total en 1980 al 40% en 1981. La debilidad de la demanda interior, por otra parte, originó una recesión del peso relativo de las importaciones de productos metálicos, que descendieron un 5,8%, calculadas en dólares.

La superación de la crisis del metal, según Pérez de Bricio, pasa por la más adecuada utilización de todos los recursos disponibles y por la puesta en práctica de las medidas para la reconversión industrial. Al respecto indicó que la viabilidad de la reconversión exige el cumplimiento de un decálogo de condiciones:

- Contener el crecimiento del gasto público corriente.

- Fomentar la inversión productiva con las medidas financieras, fiscales y presupuestarias que utilizan otros países europeos.

- Flexibilizar el marco laboral, permitiendo el ajuste paulatino de las plantillas a las necesidades de la producción.

- Incentivar el dinamismo tecnológico mediante apoyos financieros, administrativos y legales oportunos.

- Elaborar una planificación de las compras públicas que potencie las industrias nacionales competitivas.

- Mantener, como mínimo, la presión fiscal y reducir las aporticiones empresariales a la Seguridad Social.

- Practicar una prudente política de liberalización de las importaciones.

- Revisar las estructuras comerciales.

- Defender a toda costa la unidad económica, financiera, fiscal, laboral, empresarial y sindical de España.

- Conseguir una mínima estibilidad política que suponga el fin del proceso constituyente y una normalidad en la elaboración de las disposiciones legislativas.

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