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A. García del Moral,

catedrático de la facultad de Bellas Artes de Sevílla, poeta y pintor, se presentó luciendo una careta florentina y portando un gallo vivo al acto de lectura de su Manifiesto del Tarol armonicismo que, según sus palabras, "no es una mística, ni una poética, ni una corriente artística, sino una teúrgia que conjura lo inefable y escapa de uno mismo, una intuición que rompe trincheras". La escenografía y el propio contenido del acto han querido actuar, como explicó el protagonista, de revulsivo contra la solemnidad y el convencionalismo que rodean habitualmente los actos culturales y artísticos. ...

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catedrático de la facultad de Bellas Artes de Sevílla, poeta y pintor, se presentó luciendo una careta florentina y portando un gallo vivo al acto de lectura de su Manifiesto del Tarol armonicismo que, según sus palabras, "no es una mística, ni una poética, ni una corriente artística, sino una teúrgia que conjura lo inefable y escapa de uno mismo, una intuición que rompe trincheras". La escenografía y el propio contenido del acto han querido actuar, como explicó el protagonista, de revulsivo contra la solemnidad y el convencionalismo que rodean habitualmente los actos culturales y artísticos. Al final, Amalio ofreció aún otra sorpresa a la concurrencia: la guitarra higiénica, un conjunto de guitarra y bidé que sirve, al parecer, para pasar una noche de amor con la Giralda, informa José Aguilar.

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