Deuda mal pagada

Resulta gratificante, cuando menos, desayunarse los miércoles con el artículo de García Márquez; pero ya alguien lo ha dicho aquí, y punto. Trascienden siempre de Macondo y de todo el ámbito de la ciénaga que es este arrugado planeta como una inmensa bocanada de aire Fresco. Pero el titulado España: la nostalgia de la nostalgia no es sólo utilísimo para recomponer, visto con la objetivi-Pasa a la página 8

Viene de la página 7

dad del de fuera, un desgarrón visceral de las páginas de nuestra historia y para iluminar las sombras donde moran, tal vez desde h...

Resulta gratificante, cuando menos, desayunarse los miércoles con el artículo de García Márquez; pero ya alguien lo ha dicho aquí, y punto. Trascienden siempre de Macondo y de todo el ámbito de la ciénaga que es este arrugado planeta como una inmensa bocanada de aire Fresco. Pero el titulado España: la nostalgia de la nostalgia no es sólo utilísimo para recomponer, visto con la objetivi-Pasa a la página 8

Viene de la página 7

dad del de fuera, un desgarrón visceral de las páginas de nuestra historia y para iluminar las sombras donde moran, tal vez desde hace 2.000 años, todos los fantasmas de colores de este país, sino para poner el dedo en la llaga vergonzante de la deuda mal pagada que tenemos con todos los exiliados del otro lado del océano, que desde algunos ilustres intelectuales en su tierra de origen a la mayoría de hombres que simplemente vinieron con una enorme carga ética, se ven obligados a malvender baratijas para sobrevivir, quizá omo apuntaba un editorial de este mismo diario, por la soterrada e inexplicable xenofobia, como todas, que tenemos institucionalizada colectivamente los españoles. /