El riesgo adicional

( ... ) La democracia formal, el sistema de partidos connatural con ella, el juego de la opinión y de las libertades públicas poseen un alto nivel de riesgo inherente. Es más cómodo decir amén que decidir por sí mismo, asociarse que estar sólo a las maduras y someterse refunfuñando a las duras; gastar que ahorrar, tesaurizar que invertir, vivir de un sueldo insuficiente, pero seguro, que esperar al balance de pérdidas y ganancias. Pero numerosos hombres corren gustosos con tales riesgos. En cambio no están dispuestos a pechar con los riesgos adicionales cuando éstos alcanzan niveles inquietant...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

( ... ) La democracia formal, el sistema de partidos connatural con ella, el juego de la opinión y de las libertades públicas poseen un alto nivel de riesgo inherente. Es más cómodo decir amén que decidir por sí mismo, asociarse que estar sólo a las maduras y someterse refunfuñando a las duras; gastar que ahorrar, tesaurizar que invertir, vivir de un sueldo insuficiente, pero seguro, que esperar al balance de pérdidas y ganancias. Pero numerosos hombres corren gustosos con tales riesgos. En cambio no están dispuestos a pechar con los riesgos adicionales cuando éstos alcanzan niveles inquietantes y disuasorios.Si la democracia formal se convierte en trapicheo intrapartidista; si los partidos son plataformas personales o lugar de encuentro de buscadores o mantenedores de poder; si la opinión pública es instrumentada y las libertades comodín para la amoralidad y el libertinaje; si el ahorro y la inversión se los llevan la inflación y a las empresas los altos costes y la demagogia, el ser humano, individual y social, que no es tan tonto como algunos creen, se resigna a la inacción. O sea, se abstiene, y prescinde de los partidos; o deja de ahorrar, invertir o capitanear empresas.

, 27 de diciembre

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En