Los negativos vuelven a la cuenta del Rayo Vallecano

La cuenta de negativos ha vuelto a hacer acto de presencia en el Rayo. El Huelva sorprendió a los rayistas con un gol tempranero, que no pudo levantar. Los jugadores del Rayo se vieron atenazados por los nervios, la lucha contra el reloj y la imprecisión, condicionamientos que afianzaron la seguridad con que el Huelva se empleó en defender su portería. El gol onubense se vio rodeado de un posible fuera de juego, pero subió al marcador.El Rayo es probable que se confiara ante el Huelva, debido a la excelente racha de sus últimos resultados, como el positivo que consiguió la pasada joirnada, en ...

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La cuenta de negativos ha vuelto a hacer acto de presencia en el Rayo. El Huelva sorprendió a los rayistas con un gol tempranero, que no pudo levantar. Los jugadores del Rayo se vieron atenazados por los nervios, la lucha contra el reloj y la imprecisión, condicionamientos que afianzaron la seguridad con que el Huelva se empleó en defender su portería. El gol onubense se vio rodeado de un posible fuera de juego, pero subió al marcador.El Rayo es probable que se confiara ante el Huelva, debido a la excelente racha de sus últimos resultados, como el positivo que consiguió la pasada joirnada, en Valencia, ante el Levante. Todo parecía indicar que los rayistas habían iniciado el camino ascendente para colocarse en el grupo de los aspirantes al regreso a Primera División. Pero el gol onubense echó por tierra muchas de esas esperanzas, lo que se pudo comprobar según se fue desarrollando el encuentro. Los jugadores rayistas se mostraron incapaces de romper la malla defensiva de sus contrarios, que además prodigaron los peligrosos y rápidos contragolpes.

Dominio ficticio del rayo

Los férreos marcajes de los jugadores del Huelva agarrotaron a los delanteros rayistas. El dominio correspondió, de forma intensa, al Rayo, pero fue más bien ficticio, debido al repliegue intencionado de los jugadores onubenses. El Rayo empujó mucho en busca de la igualada, como mal menor, pero la muralla del Huelva resultó inaccesible para el escaso acierto que pusieron de manifiesto los jugadores de Eduardo González, al que colocaron en una difícil situación. El juego rayista careció de mordiente de cara a la portería contraria; le faltó tranquilidad y acierto en el remate. Su juego resultó bastante mediocre.

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