Reportaje:Atletismo

Casi 14.500 atletas participaron en la Maratón de Nueva York

A la Maratón de Nueva York sólo le faltaba una mejor marca mundial para convertirse en la prueba más completa del calendario atlético. Alberto Salazar, con 2.08.13, y Allison Roe, que está descalificada por la IAAF con 2.25.28. establecieron el domingo nuevos topes en sus respectivas categorías. En la prueba participaron 14.496 personas de las 16.000 inscritas, y llegaron a la meta 13.360. Del centenar largo de españoles participantes, Eleuterio Antón fue el mejor, con 2.17.56, clasificado en el puesto 35.

Alberto Salazar, cubano de nacimiento y norteamericano de nacionalidad, se ha...

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A la Maratón de Nueva York sólo le faltaba una mejor marca mundial para convertirse en la prueba más completa del calendario atlético. Alberto Salazar, con 2.08.13, y Allison Roe, que está descalificada por la IAAF con 2.25.28. establecieron el domingo nuevos topes en sus respectivas categorías. En la prueba participaron 14.496 personas de las 16.000 inscritas, y llegaron a la meta 13.360. Del centenar largo de españoles participantes, Eleuterio Antón fue el mejor, con 2.17.56, clasificado en el puesto 35.

Alberto Salazar, cubano de nacimiento y norteamericano de nacionalidad, se ha convertido, a sus veintitrés años, en el mejor maratoniano de todos los tiempos. Hace un año debutó en estas pruebas de larga distancia y ganó en Nueva York, estableciendo la mejor marca de la prueba con 2.09.41. Este año, en su segunda experiencia, rebajó en veinte segundos la mejor marca mundial que tenía el australiano Derek Clayton desde hacía doce años. Salazar tiene un estilo poco depurado, pero tremendamente económico, pues apenas sube el muslo para estirar la zancada. Desde un principio fue por la marca, que logró tras correr en solitario la mitad de la prueba, incapaces sus rivales de soportar el ritmo que marcó, inferior a los tres minutos por kilómetro en algunas ocasiones. La victoria le supuso a Salazar casi millón y medio de pesetas en forma de un contrato publicitario más las ganancias que le pueda reportar el haber declarado que se entrena con un aparato comercializado, que reduce el oxígeno del aire y que produce los mismos efectos que entrenarse a gran altura.La neozelandesa Allison Roe, clasificada en el puesto 113 de la general, también tuvo su premio extraoficial cercano al millón de pesetas. Esta atleta está descalificada de por vida por la IAAF, al haber denunciado su federación que cobró premios en metálico en una carrera de Oregón, celebrada este año. Fred Lebow, organizador de la Maratón de Nueva York, que pasa de todo porque lo que quiere es ofrecer espectáculo -lo mismo hizo con la Milla de la Quinta Avenida, permitió que participara-. La atleta, de veinticinco años, superó por trece segundos la mejor marca mundial, que tenía desde el ano pasado la noruega Grete Waitz, que se retiró en el kilómetro veinticinco, cuando iba en cabeza de la clasificación femenina.

La participación de Allison Roe va a plantear un caso curioso, ya que la IAAF dice que todos los corredores que participen junto a una atleta descalificada serán también descalificados. La popularidad de esta carrera podrá, una vez más, con la desfasada reglamentación internacional, pues la única solución que cabe es ignorar el hecho, aunque esta vez no vaya a ser tan fácil al estar por medio una mejor marca mundial.

Los españoles, bien

Los atletas españoles estuvieron bien en general, porque seis se metieron entre los cien primeros. Eleuterio Antón fue, como siempre, el mejor, pese a que esta vez se encontrara con el triunfo, ya que cogió a Ortega en la misma línea de meta, cuando pensaba que éste ya había entrado hacía tiempo. La clásica pájara impidió a Ortega mejorar su clasificación, que nunca hubiera sido tan buena como la del año pasado -duodécimo-, porque el nivel de la carrera subió este año muchos enteros.Los españoles, que lograron entrar en puestos destacados y rebajaron sus marcas, fueron: Mareca, Vicente Antón y Villa, los dos primeros con mejoras muy importantes en su segunda experiencia como maratonianos, dada su juventud. Iciar Martínez, que iba por marca, no pudo conseguirla al haber corrido con flato desde el kilómetro diez. Su gesto de llegar a la meta en 2.55, tiempo que está muy lejos de sus posibilidades reales, en lugar de preferir la retirada, demuestra el pundonor y la capacidad competitiva de esta atleta. Retiradas importantes en el grupo de españoles sólo hubo una, y fue la de Gómez Aparicio, por lesión al golpearse un pie durante la carrera.

En el aspecto popular de la carrera, Nueva York se superó una vez más. Dos millones y medio de personas salieron a la calle para presenciar el paso de los corredores, el último de los cules lo hizo en un tiempo de poco más de siete horas. En menos de 2.30 llegaron 186 atletas; en menos de tres, 1.603; en menos de cuatro, 9.172; en menos de 4.30, 11.456; en menos de cinco, 12.688, y en menos de seis, 13.210.

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