Tribuna:

Goleada

Alfonso Cabeza ya se parece en algo a José Luis Núñez: tiene a su alrededor un grupo de morenos. Alfonso Cabeza cuenta con adhesiones inquebrantables. Hay un grupo de socios, inasequibles al desaliento, que ha puesto toda su fe en el dicharachero presidente rojiblanco. El domingo a los pocos que se les ocurrieron cuatro ideas sensatas y las plantearon en la asamblea, les callaron la boca. Alfonso Cabeza sabe manejar a sus clásicos.Pero el presidente del Al.lético, a pesar de todo, entiendo que ha comenzado a perder facultades. Le falIa la memoria. De otra forma, no se explica que haya d...

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Alfonso Cabeza ya se parece en algo a José Luis Núñez: tiene a su alrededor un grupo de morenos. Alfonso Cabeza cuenta con adhesiones inquebrantables. Hay un grupo de socios, inasequibles al desaliento, que ha puesto toda su fe en el dicharachero presidente rojiblanco. El domingo a los pocos que se les ocurrieron cuatro ideas sensatas y las plantearon en la asamblea, les callaron la boca. Alfonso Cabeza sabe manejar a sus clásicos.Pero el presidente del Al.lético, a pesar de todo, entiendo que ha comenzado a perder facultades. Le falIa la memoria. De otra forma, no se explica que haya dado un giro al tema de las famosas auditorías que solicitó al tomar el mando de la entidad. Cabeza sabe muy bien lo que dijo entonces y es inútil que ahora ponga paños calientes. Hay que pensar que el resultado de la investigacion no fue lo escandaloso que se temía.

El presidente del Atlético, que es hombre sin pelos en la lengua, incomprensiblemente y con todo a favor, ha montado este año una asamblea del club en una fecha absolutamente impropia. Se montó una sesión de tapadillo. Picaron en el anzuelo los compromisarios. Se fueron muy satisfechos, a casa porque le echaron atrás una de las propuestas, pero Cabeza les ganó por goleada.

El Atlético ha conseguido ser noticia, gracias a su presidente, casi todos los días. Pero la popularidad no va siempre acompañada del dinero. Económicamente, el Atlético sigue con el agua al cuello. A pesar de que los socios se sacrifican cada año más.

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