Tribuna:

Nuevo "récord" del Atlético

El fútbol ha empezado a animarse mucho antes que otras temporadas. Al final de la que ahora comienza estará el Mundial-82 y los clubes, que constituyen claramente la base de la afición, no parecen dispuestos a ceder su protagonismo. Sin acallarse aún los ecos del lío televisado en el torneo de La Línea, el Atlético -casi siempre él- ha superado un récord: rescindir el contrato con su entrenador antes de comenzar la Liga oficial.El cese de García Traid ha sido el más justificado de los últimos tiempos. Un técnico, jefe de un grupo de jugadores, no puede ser un exaltado ni perder los nerv...

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El fútbol ha empezado a animarse mucho antes que otras temporadas. Al final de la que ahora comienza estará el Mundial-82 y los clubes, que constituyen claramente la base de la afición, no parecen dispuestos a ceder su protagonismo. Sin acallarse aún los ecos del lío televisado en el torneo de La Línea, el Atlético -casi siempre él- ha superado un récord: rescindir el contrato con su entrenador antes de comenzar la Liga oficial.El cese de García Traid ha sido el más justificado de los últimos tiempos. Un técnico, jefe de un grupo de jugadores, no puede ser un exaltado ni perder los nervios cada dos por tres. Si ha estado dos años en el cargo, éxitos -que los tuvo- o fracasos, aparte, ha sido porque su presidente, al que nadie le puede rescindir su contrato, es el similar e inefable Alfonso Cabeza, con muchas razones y verdades contra el podrido mundo que rodea al fútbol, pero con tantas intemperancias y forofismos, que le pierden. El doctor ha ganado de sobra en popularidad, porque tiene gracia, y en España eso vale todavía más que muchas cosas. Que se lo pregunten a Juan Oró, por ejemplo. El problema será cuando deje de caer gracioso y, pese a decisiones drásticas como la de ahora, el Atlético no meta goles.

En cualquier caso, con otras apreciaciones ojuicios al margen, es un alivio que aún prevalezca la disciplina en la selva futbolística. Siempre es mejor prescindir de un empleado por faltar a ella, que no porque unjugador dispare por encima del larguero. Y aunque haya sido, en esta ocasión -tenía que ser el Atlético-, cuatro o cinco días después, solamente, de habérle renovado el contrato. Por eso, declarar transferible a Dirceu, que supone otro sacrificio -al menos, en esta ocasión, es algo también positivo, pues no pierde sólo el entrenador-, servirá para pagar a García Traid. El club rojiblanco hace ya tiempo que no tiene el segundo color en sus números. Su presidente ha sido tan gracioso como espléndido. y anda por el filo de la navaja.

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