El "boom" de los cafés-teatro
Los cafés-teatro nacieron antes del boom del destape, en los años sesenta, pero hallaron su apogeo cuando la ligereza en el vestir pudo subir, tímida o descaradamente, a esos escenarios de madrugada. En principio albergaron los juguetes cómicos, los entremeses, las comedias intrascendentes, en las que la salsa suele ser siempre picante y absolutamente siempre de contenido erótico o, incluso, escatológico. La ausencia de contenido y de calidad es también habitual.Antes de la democracia, los cafés-teatro también sirvieron para la insinuación política condimentada con algunas gotas de humor y des...
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Los cafés-teatro nacieron antes del boom del destape, en los años sesenta, pero hallaron su apogeo cuando la ligereza en el vestir pudo subir, tímida o descaradamente, a esos escenarios de madrugada. En principio albergaron los juguetes cómicos, los entremeses, las comedias intrascendentes, en las que la salsa suele ser siempre picante y absolutamente siempre de contenido erótico o, incluso, escatológico. La ausencia de contenido y de calidad es también habitual.Antes de la democracia, los cafés-teatro también sirvieron para la insinuación política condimentada con algunas gotas de humor y desnudo. Después de que el proceso democrático comenzara a andar en nuestro país, el tenor de estas representaciones, siempre nocturnas y siempre después de medianoche, complicó abiertamente la política, el sexo y el humor. Seis meses llevaba en cartel, en la boite siniestrada este fin de semana, la obra Jaque al rey, de Vizcaíno Casas. Otros títulos, que aparecen diariamente en las carteleras de espectáculos, definen el carácter actual de estos cafés-teatro. En ellos es justamente el título de Vizcaíno el único que en esta temporada no hace alusión alguna a la obsesión sexual.