La febril política de Gadafi

( ... ) Aunque no parece que la proposición de Gadafi haya despertado en los dirigentes argelinos entusiasmos indescriptibles -máxime tras el éxito del viaje del presidente Chadli por once países subsaharianos-, sirve, sin embargo, para apuntalar la ventajosa situación en que el país magrebí se encuentra con respecto al régimen marroquí, aislado en su contorno regional y continental, pese a la renovada ayuda norteamericana en el terreno militar.La obsesión unionista de Gadafi -que acaba de decretar en su país, en nombre de la «tercera teoría universal», la supresión de la propiedad privada- es...

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( ... ) Aunque no parece que la proposición de Gadafi haya despertado en los dirigentes argelinos entusiasmos indescriptibles -máxime tras el éxito del viaje del presidente Chadli por once países subsaharianos-, sirve, sin embargo, para apuntalar la ventajosa situación en que el país magrebí se encuentra con respecto al régimen marroquí, aislado en su contorno regional y continental, pese a la renovada ayuda norteamericana en el terreno militar.La obsesión unionista de Gadafi -que acaba de decretar en su país, en nombre de la «tercera teoría universal», la supresión de la propiedad privada- es como el río que no cesa. Fracasados, sus intentos bilaterales en Egipto, Tunicia y Argelia, confía en que con el paupérrimo y ruinoso Chad la cosa marche, mientras los gobernantes sirios le dan tiempo al tiempo.

La unión entre el Frente Polisario y Mauritania, «el eslabón débil del Sahara», serviría para facilitar a libios (y, lógicamente, también a los soviéticos) una ventajosa salida al Atlántico. Pero significaría también la simple y llana desaparición de Mauritania como país independiente y su anexión por los dos colosos saharianos «progresistas», Libia y Argelia. ( ... )

23 de abril

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