Funeral y entierro de la madre de Felipe González en Sevilla

Varios centenares de personas asistieron ayer al sepelio de los restos mortales de Juana Márquez, de 71 años, madre del secretario general del Partido Socialista Obrero Español, Felipe González, fallecida en la noche del lunes a consecuencia de una larga enfermedad de carácter óseo.Al entierro acudieron, entre otros, la mayor parte de los miembros de la ejecutiva federal del PSOE; el secretario general de UGT, Nicolás Redondo; el presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo; el gobernador civil de Sevilla, José María Sanz Pastor, y el presidente de la Diputación provincial, Manuel del ...

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Varios centenares de personas asistieron ayer al sepelio de los restos mortales de Juana Márquez, de 71 años, madre del secretario general del Partido Socialista Obrero Español, Felipe González, fallecida en la noche del lunes a consecuencia de una larga enfermedad de carácter óseo.Al entierro acudieron, entre otros, la mayor parte de los miembros de la ejecutiva federal del PSOE; el secretario general de UGT, Nicolás Redondo; el presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo; el gobernador civil de Sevilla, José María Sanz Pastor, y el presidente de la Diputación provincial, Manuel del Valle. Entre los numerosos telegramas de condolencia recibidos por la familia González destacan los de los Reyes de España, el presidente del Gobierno y sus ministros y el director general de la Guardia Civil, Aramburu Topete. La representación del Congreso de los Diputados la ostentaban los parlamentarios Soledad Becerril y Luis Gómez Llorente, miembros de la Mesa de la Cámara.

A las 15.00 horas se celebraron las honras fúnebres en la iglesia del Divino Redentor, próxima al domicilio de la finada. El templo fue abandonado por buena parte del público, en desacuerdo con la homilía pronunciada por el oficiante. Este insistió hasta tres veces en que Juana Márquez había sido una trabajadora que vivió como cristiana y quiso morir como cristiana, bajo la protección de la Virgen. Al parecer, la reiteración de esta idea fue la causa de que un grupo de los asistentes se retirara de la iglesia, aunque entre ellos no figuraban los cargos nacionales del PSOE.

Finalizado el oficio fúnebre, el cortejo se dirigió al cementerio de San Fernando, donde recibieron sepultura los restos mortales de Juana Márquez. La tumba quedó materialmente cubierta bajo dos docenas de coronas de flores, enviadas por distintas organizaciones socialistas e instituciones andaluzas, así como por familiares y amigos.

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