Entrevista:

Vázquez Montalbán: "La novela es una crítica al sentido religioso de la militancia"

Manuel Vázquez Montalbán, periodista, escritor y miembro del Comité Ejecutivo del PSUC, presenta hoy en Madrid su última novela: Asesinato en el Comité Central. Santiago Carrillo, secretario general del PCE, declinó la oferta del autor para que presentase la novela. Según la trama argumental, Fernando Garrido, secretario general del PCE, muere asesinado en el transcurso de una sesión del citado Comité Central. El partido encargará la investigación a Pepe Carvalho, detective, hombre maduro y gourmet, ex agente de la CIA y antiguo militante comunista.

«Es una novela», explica Vázquez. Mon...

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Manuel Vázquez Montalbán, periodista, escritor y miembro del Comité Ejecutivo del PSUC, presenta hoy en Madrid su última novela: Asesinato en el Comité Central. Santiago Carrillo, secretario general del PCE, declinó la oferta del autor para que presentase la novela. Según la trama argumental, Fernando Garrido, secretario general del PCE, muere asesinado en el transcurso de una sesión del citado Comité Central. El partido encargará la investigación a Pepe Carvalho, detective, hombre maduro y gourmet, ex agente de la CIA y antiguo militante comunista.

«Es una novela», explica Vázquez. Montalbán, «que entra en la fatalidad de las muchas lecturas. Era consciente de ello y he ido aplazando su publicación, precisamente para que no pudiera interpretarse como una crítica en momentos en que había problemas en el partido comunista... En este sentido, he de decir que cuando Tejero ocupó el Congreso mi mayor preocupación era que no le pasara nada a Carrillo, no fuera que pudiera malinterpretarse».Pregunta. ¿Tiene algún paralelismo su novela con la de Semprún Autobiografía de Federico Sánchez?

Respuesta. Mi novela es básicamente una novela de aventuras y también una crítica al sentido religioso de la militancia. Lo de Semprún era un ajuste de cuentas político. Semprún mata a Carrillo mucho más, aunque si yo hubiera escrito todo lo que sé habría sido una novela más espectacular que la de Federico Sánchez.

P. ¿No teme Vázquez Montalbán que los lectores se esfuercen por intentar reconocer los personajes del PCE que presenta bajo nombres ficticios?

R. Fundamentalmente, los personajes son arquetipos, no personajes reales. La gente pensará, por ejemplo, que trato con excesivo cariño al sucesor del secretario general; pero si lo hago así es porque creo que no existe este sucesor. Hay quien cree identificar en el libro a Simón Sánchez Montero. Pero no es él, son varios.

P. ¿La ha leído Santiago Carrillo?

R. Hubo quien me dijo que la novela podría tener una lectura anticarrillista, Carrillo conoce el libro porque le envié el texto cuando aún se hallaba en galeradas. Además le propuse que fuera él quien hiciera la presentación en Madrid.

P. ¿Aceptó esta propuesta?

R. No. Carrillo me mandó una tarjeta con unas líneas en las que renunciaba a hacer la presentación. Decía que no era el momento político adecuado. En la tarjeta me decía que «le había gustado casi todo» y que, por otra parte, creía en la libertad de expresión.

P. ¿Qué grado de identificación tiene Vázquez Montalbán con Pepe Carvalho?

R. Me identifico con Carvalho en que la cultura nos dificulta vivir. El quema libros y yo los escribo y me libero de los tabúes culturales. La literatura, para mí, es un recurso terapéutico. Por lo demás, Carvalho no durará mucho, y ni mucho menos, las cuarenta o cincuenta novelas de Maigret, el personaje de Simenon.

P. Escritor, periodista y político. ¿Con qué faceta se queda Vázquez Montalbán?

R. Ni con la de periodista, ni con la de escritor, ni con la de político. Yo soy una víctima. Una víctima en un país dividido entre verdugos y víctimas. Soy una víctima a la que dan continuos aplazamientos.

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