Espectacular progreso de los beneficios de la banca francesa

La banca francesa, en plena crisis económica, cerró el ejercicio de 1980 con un progreso espectacular de sus beneficios. El récord fue batido por un establecimiento privado, el Banco de Bretaña, que, respecto a 1979, aumentó sus ganancias en un 145%. La subida del precio del dinero ha sido la razón básica de la buena «cosecha» bancana en este país.Los más interesados directamente dudan de que el futuro les siga sonriendo tan generosamente, pero el ejemplo de los bancos galos ya es calificado de insolente en un momento en que cada cual se aprieta el cinto más y más. La Banca de Pa...

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La banca francesa, en plena crisis económica, cerró el ejercicio de 1980 con un progreso espectacular de sus beneficios. El récord fue batido por un establecimiento privado, el Banco de Bretaña, que, respecto a 1979, aumentó sus ganancias en un 145%. La subida del precio del dinero ha sido la razón básica de la buena «cosecha» bancana en este país.Los más interesados directamente dudan de que el futuro les siga sonriendo tan generosamente, pero el ejemplo de los bancos galos ya es calificado de insolente en un momento en que cada cual se aprieta el cinto más y más. La Banca de París y de los Países Bajos aumentó sus beneficios netos, en 1980, en un 75%. El Crédito Comercial de Francia, el 52%; y, en este sector de la banca privada, el menos favorecido fue el CIC, que sólo ganó el 29% más que el año anterior.

Los tres grandes bancos nacionalizados (los más importantes de Francia) han realizado beneficios ligeramente inferiores, pero sustanciales.

En este sector sólo se conoce aún el beneficio bruto, que gira alrededor del 100% más que el del ejercicio anterior. Esos tres bancos son la BNP, el Crédit Lyonnais y la Societé Générale.

Esas ganancias, consideradas sensacionales, se deben sustancialmente al progreso rápido de la tasa de interés del dinero, que en los nueve últimos meses pasó del nueve al 13%.

La implantación de la banca francesa en el extranjero también ha contribuido considerablemente el 40 % de sus beneficios procede de los 96 países en los que trabaja la banca gala.

Cara al futuro, el maná no se prevé tan esplendoroso. Las quiebras de no pocas grandes firmas y del torrente diario en el sector de pequeñas y medianas empresas aumenta considerablemente las provisiones de las bancas, destinadas a afrontar los deudores inciertos. Además, la limitación del crédito en Francia, según protesta general en los medios bancarios, «amenaza con tempestades».

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