Galavís: "No existe la tortura en las cárceles españolas"

«No existe la tortura en las cárceles españolas. No obstante, puede haber algún funcíonario que tenga una acción personal e individualizada. Hay que destacar tanibién la .entrega de los hombres del orden interno, que muchas veces son acusados injustamente por los reclusos», declaró ayer el director general de Instituciones Penitenciarias, Enrique Galavís, a Radio Nacional de España.Contestando a otras preguntas del programa «Protagonistas en la escuela», de Radio Nacional de España, que dirige desde Barcelona Luis del Olmo, Galavís dijo: «Las prisiones españolas, en su mayoría, son antiquísima...

«No existe la tortura en las cárceles españolas. No obstante, puede haber algún funcíonario que tenga una acción personal e individualizada. Hay que destacar tanibién la .entrega de los hombres del orden interno, que muchas veces son acusados injustamente por los reclusos», declaró ayer el director general de Instituciones Penitenciarias, Enrique Galavís, a Radio Nacional de España.Contestando a otras preguntas del programa «Protagonistas en la escuela», de Radio Nacional de España, que dirige desde Barcelona Luis del Olmo, Galavís dijo: «Las prisiones españolas, en su mayoría, son antiquísimas, mal, ubicadas, y algunas en el centro de la población; la mejor, la que cuenta con los sistemas más modernos, es la de Herrera de la Mancha, pero los reclusos no quieren ir a ella por el régimen intemo, que es muy severo».

Palmés, abogado de Barcelona, respondiendo a otra pregunta, dijo: «En España la ley también protet-,e al recluso. En un Estado de Derecho, todos estamos protegidos, incluso los delincuentes que están en prisión».

Por su parte, el director de la cárcel Modelo de la Ciudad Condal, Camacho, señaló que los abogados no se preocupan mucho de los problemas que existen en las cárceles, y son los más llamados en mostrarse interesados por el tema. Cuando visitan a un cliente pasan delante de las celdas sin prestar la menor atencíón a los allí acogidos».

Por último, Galavís señaló que, por término medio, un funcionario de prisiones dedica veinte años de su vida en el internado.