Tribuna:

Más auditorías

El Consejo Superior de Deportes ha congelado los presupuestos de las federaciones nacionales. Algunos presidentes han comenzado a poner pies en pared. No se habitúan a las estrecheces. Y, sobre todo, les cuesta mucho poner imaginación en el poder.Las federaciones nacionales deben acostumbrarse a poner en funcionamiento aquellos mecanismos válidos que les permitan encontrar los medios económicos necesarios para tener la debida fluidez en caja. Esperar el maná ha sido una postura cómoda y, además, ha posibilitado muchas alegrías presupuestarias.

El Consejo Superior de Deportes tiene funda...

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El Consejo Superior de Deportes ha congelado los presupuestos de las federaciones nacionales. Algunos presidentes han comenzado a poner pies en pared. No se habitúan a las estrecheces. Y, sobre todo, les cuesta mucho poner imaginación en el poder.Las federaciones nacionales deben acostumbrarse a poner en funcionamiento aquellos mecanismos válidos que les permitan encontrar los medios económicos necesarios para tener la debida fluidez en caja. Esperar el maná ha sido una postura cómoda y, además, ha posibilitado muchas alegrías presupuestarias.

El Consejo Superior de Deportes tiene fundadas razones para equilibrar los presupuestos. El reparto de los millones del deporte no puede estar reducido al compadreo. Y hará bien en mantener una postura firme en la justificación de los gastos.

Las auditorías han revelado demasiadas irregularidades contables para que el CSD no se tiente la ropa cada vez que haya de librar los fondos de cada federación. El Consejo Superior de Deportes se ha comprometido firmamente a mantener absoluta claridad en sus cuentas, y como prueba de ello ha firmado de nuevo el correspondiente contrato con el Instituto de Censores Jurados de Cuentas para que, de nuevo, se realicen auditorías federativas. No hubiera tenido sentido establecer un paréntesis en la política de fiscalización. Pero si el secretario de Estado para el Deporte desea claridad total, no debe olvidar que es vital informar cuanto antes a la opinión pública.

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