Tribuna:

Jugadores manipulados

Gracias a la mediocre campaña realizada por el Real Madrid, la Liga de baloncesto ha tenido este año un interés inusitado. Gracias a las derrotas madridistas, el deporte de la canasta se ha convertido en una competición democrática. Han tenido voz y voto equipos que tradicionalmente se han visto relegados al papel de la comparsería. El hecho de que el Estudiantes esté en situación de ser campeón significa que el baloncesto ha pasado a ser cosa de muchos.El Estudiantes vive un momento histórico y el sábado juega un partido trascendental. Justamente contra el Madrid, Pero dudo mucho que los juga...

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Gracias a la mediocre campaña realizada por el Real Madrid, la Liga de baloncesto ha tenido este año un interés inusitado. Gracias a las derrotas madridistas, el deporte de la canasta se ha convertido en una competición democrática. Han tenido voz y voto equipos que tradicionalmente se han visto relegados al papel de la comparsería. El hecho de que el Estudiantes esté en situación de ser campeón significa que el baloncesto ha pasado a ser cosa de muchos.El Estudiantes vive un momento histórico y el sábado juega un partido trascendental. Justamente contra el Madrid, Pero dudo mucho que los jugadores estudiantiles lleguen al sábado preparados psicológicamente para ganar. A Fernando Martín se lo quiere llevar el Madrid, al popular Sapo -López Rodríguez- le tienta el Joventut y del Corral ha recibido dos ofertas para la próxima campaña. Los clubes que en el momento caliente de la competición tientan ajugadores adversarios manipulan la competición.

La directiva del Estudiantes debe plantearse seriamente el futuro. Debe hacer lo imposible por conservar el equipo para la próxima teni porada. La hinchada se lo merece. Esa hinchada debe ser protagonista el sábado. El «Fernando, quédate» quizá no sirva de gran cosa, pero pedirle fidelidad a López Rodríguez puede resultar más productivo. La directiva estudiantil debe enterarse de una vez por todas que el club no puede vivir dando bandazos. Cuando se logra un gran equipo no hay que malvenderlo.

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