Cartas al director

Las declaraciones del nuncio

Los miembros de la parroquia de Santo Tomás de Aquino abajo firmantes queremos agradecerle la publicación de la entrevista que su periódico realizó al nuevo nuncio, señor Inocenti. Una vez más, nos ha puesto de manifiesto la falta de respeto del Vaticano a la realidad plural de los católicos españoles. De, ahí que sus declaraciones nos parezcan deplorables.Y, en todo caso, estamos en total desacuerdo con los siguientes puntos:



1
. Que se pretenda encubrir un intento de manipulación política bajo el término «ministerio pastoral».



2
. Que intente hacerno...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los miembros de la parroquia de Santo Tomás de Aquino abajo firmantes queremos agradecerle la publicación de la entrevista que su periódico realizó al nuevo nuncio, señor Inocenti. Una vez más, nos ha puesto de manifiesto la falta de respeto del Vaticano a la realidad plural de los católicos españoles. De, ahí que sus declaraciones nos parezcan deplorables.Y, en todo caso, estamos en total desacuerdo con los siguientes puntos:

1. Que se pretenda encubrir un intento de manipulación política bajo el término «ministerio pastoral».

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

2. Que intente hacernos creer que la Iglesia institución no obliga a los creyentes a actuar en un sentido determinaolo en las cosas civiles, cuando en realidad está presionando sobre sus conciencias en una determinada dirección.

3. Que desprestigie posturas responsables de creyentes comprometidos diciendo que «cierta gente de buena fe quiere reconciliar lo irreconciliable», refiriéndose a cristianos críticos y de partidos de izquierda, cuando calla la incompatibilidad existente entre seguir la causa de Jesús y ser miembro de determinadas crganizaciones religiosas con fuerte poder económico.

4. Que por un lado se diga que «en la Iglesia F.ay tanto sitio, que todo es bien venido», cuando en la misma entrevista sólo se da cabida a la obediencia «institucional» y se niega la posibílidad de imaginación a personas. como Barbara Enge y Teresa Kane, cuyas actuaciones, fruto de un espíritu libre, fueron ignoradas.

5. Que se defina la Iglesia como un organismo cerrado en el que no quepa más cauce de expresión que el establecido y que su única voz sea la de «su jefe, el Papa».

6. Que se haya abandonado la concepción de Iglesiá, recogida en el Vaticano II con espíritu de diálogo y apertura, para pasar a una concepción feudal y autoritaria.

Por lo demás, es de «agradecer» el inapreciable aviso que hace a los políticos católicos: que si van corno políticos a visitar al nuncio serán invitados a tomar chocolate con churros intercambiando los chistes del momento, pero si van como católicos recibirán toda clase de consejos. /

y 225 firmas más.

Archivado En