CASTILLA-LEON

2.000 personas asistieron al entierro del niño arrojado al río Cea por su secuestrador

Los restos mortales del niño de diecinueve meses José Antonio Calvín Rovira, rescatados el pasado martes de las aguas del río Cea, adonde fue arrojado por su secuestrador, Justiniano Fernández Abad, fueron inhumados en la tarde de ayer en el cementerio de León. Asistieron unas 2.000 personas, que llenaron completamente la iglesia de San Claudio, de la capital, donde se ofició el funeral, viéndose obligados algunos grupos a seguir la ceremonia religiosa desde las calles adyacentes al templo.

Los padres de la víctima, Juan José Merino García y María Calvín Rodil, ocuparon los primeros ban...

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Los restos mortales del niño de diecinueve meses José Antonio Calvín Rovira, rescatados el pasado martes de las aguas del río Cea, adonde fue arrojado por su secuestrador, Justiniano Fernández Abad, fueron inhumados en la tarde de ayer en el cementerio de León. Asistieron unas 2.000 personas, que llenaron completamente la iglesia de San Claudio, de la capital, donde se ofició el funeral, viéndose obligados algunos grupos a seguir la ceremonia religiosa desde las calles adyacentes al templo.

Los padres de la víctima, Juan José Merino García y María Calvín Rodil, ocuparon los primeros bancos, visiblemente afectados. Solamente algún sollozo rompió el silencio en que se mantuvieron los asistentes.El féretro, de color blanco, fue sacado de la iglesia por dos de los hijos de Juan José Merino, de doce y catorce años, habidos de su matrimonio, ya que en la actualidad se encuentra separado de su mujer y vive con María Calvín. También estaba presente su tercer hijo, una niña de ocho años.

Por otra parte, el padre del niño fallecido fue detenido la noche del martes, al parecer por presuntos insultos y desacato a miembros de la Guardia Civil durante las tareas de rescate del cuerpo. A las diez de la mañana de ayer fue puesto en libertad.

En cuanto al presunto asesino del niño, Justiniano Fernández Abad, prestó ayer declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de la capital e ingresó posteriormente en la prisión provincial.

Al parecer, la autoridad judicial pretende agilizar al máximo los trámites para que la vista del juicio se celebre a la mayor brevedad.

El niño había sido secuestrado el pasado día 14 en León, cuando se encontraba en el interior de un coche que su madre había dejado con las llaves de contacto puestas, a la entrada del club Pasapoga, donde trabaja como camarera.

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