Las sanciones a sindicalistas provocan una grave crisis en el PC de Málaga

El Partido Comunista de Málaga pasa por unos momentos de grave crisis a causa de una resolución aprobada por la quinta conferencia provincial del partido, celebrada el pasado fin de semana, por la que un grupo de destacados militantes ha sido separado de sus cargos, públicos o políticos por un tiempo de seis meses, pasados los cuales podrían ser expulsados definitivamente del partido si continúan con «su comportamiento antiestatutario y con sus trabajos inorgánicos».Entre los militantes sancionados se encuentran, como informó EL PAIS el pasado martes, los concejales del Ayuntamiento de Málaga ...

El Partido Comunista de Málaga pasa por unos momentos de grave crisis a causa de una resolución aprobada por la quinta conferencia provincial del partido, celebrada el pasado fin de semana, por la que un grupo de destacados militantes ha sido separado de sus cargos, públicos o políticos por un tiempo de seis meses, pasados los cuales podrían ser expulsados definitivamente del partido si continúan con «su comportamiento antiestatutario y con sus trabajos inorgánicos».Entre los militantes sancionados se encuentran, como informó EL PAIS el pasado martes, los concejales del Ayuntamiento de Málaga Leopoldo del Prado y Gloria Fernández. También figuran entre los sancionados varios destacados líderes del movimiento obrero. El presidente de la mesa de la conferencia, Juan Gámez, mediante un comunicado enviado ayer a la Prensa local, desmiente, sin embargo, que haya habido ningún tipo de purga en el partido, frase que contrasta con las declaraciones hechas por Francisco Trujillo, secretario provincial de Comisiones Obreras y ex miembro del comité provincial del partido, que ha anunciado su decisión de dimitir de su cargo en el sindicato a consecuencia precisamente de las resoluciones adoptadas por la conferencia.

Para Francisco Trujillo, en la conferencia provincial se han violado los estatutos y se ha producido una indefensión total de los sancionados. Trujillo denuncia también la existencia en el seno del partido de un fenómeno de temor al debate. «En lugar de debatir y de ver los problemas de una forma crítica, se toman medidas radicales, en ocasiones sin tener en cuenta las repercusiones que éstas pueden tener en la sociedad». Según Francisco Trujillo, son bastantes los militantes comunistas que quieren abandonar el partido a causa de la resolución aprobada por la conferencia.