La Empresa Nacional de Electricidad quintuplica sus beneficios en 1980

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Los resultados obtenidos por ENDESA (Empresa Nacional de Electricidad, SA), que pasan de 1.900 millones de pesetas de beneficios en 1979 a 11.500 millones en el ejercicio de 1980, colocan a esta empresa del INI a la cabeza del sector. La producción de energía eléctrica de ENDESA ha superado a la de Iberduero, que ocupaba el primer puesto, y a la de Hidrola, al alcanzar la cifra de 18.900 GWh (1GWh = 1 millón de KWh).Las cifras del ejercicio 1980, que oficialmente no se han hecho públicas, muestran avances espectaculares con relación al año anterior, especialmente...

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Los resultados obtenidos por ENDESA (Empresa Nacional de Electricidad, SA), que pasan de 1.900 millones de pesetas de beneficios en 1979 a 11.500 millones en el ejercicio de 1980, colocan a esta empresa del INI a la cabeza del sector. La producción de energía eléctrica de ENDESA ha superado a la de Iberduero, que ocupaba el primer puesto, y a la de Hidrola, al alcanzar la cifra de 18.900 GWh (1GWh = 1 millón de KWh).Las cifras del ejercicio 1980, que oficialmente no se han hecho públicas, muestran avances espectaculares con relación al año anterior, especialmente en lo que se refiere a incrementos de productividad, ya que la plantilla se ha mantenido estabilizada en torno a los 5.000 empleados, con un incremento del 4% sobre la de 1979.

Los beneficios de ENDESA duplican en 1980 el total de los obtenidos por las demás empresas del Instituto Nacional de Industria (INI) en 1979 y superarán con mucho al total de 1980.

La Empresa Nacional de Electricidad, que es un termómetro del Estado, dentro de un sector de vital importancia para la economía nacional, doblará prácticamente su capital en 1981, pasando de los 22.000 millones actuales a unos 39.000 millones a lo largo de este año. La publicación oficial de estas cifras, que se producirá en breve plazo, según fuentes próximas a la empresa, va a suscitar de nuevo la controversia sobre la endémica descapitalización del sector eléctrico privado, sobre su rentabilidad real y, muy especialmente, sobre su propiedad, ya que los que dominan políticamente los consejos de las eléctricas privadas no representan a la propiedad, dispersa entre más de un millón de accionistas, el Banco de España y las cajas de ahorro, lo que supone una socialización de hecho.

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La Empresa Nacional de Electricidad multiplica por cinco sus beneficios durante el ejercicio de 1980

ENDESA (Empresa Nacional de Electricidad, SA) ha obtenido en 1980 espectaculares resultados en producción eléctrica, con un incremento del 57% sobre el año anterior; en producción minera, con un incremento del 55%; un crecimiento de su plantilla del 4,4% y un aumento de beneficios del 501%.La energía eléctrica generada por esta empresa del INI en 1980 ha sido de 18.916 GWh (GWh = 1 millón de KWh), lo que la coloca en el primer puesto del sector, seguida a corta distancia por Iberduero (18.038 GWh) e Hidrola (14.877 GWh).

En cuanto a sus beneficios, que han pasado de 1.911 millones de pesetas en 1979 a 11.500 millones en 1980, Endesa supera al total de los obtenidos por las demás empresas del INI en el mismo año y suponen aproximadamente el doble de los de 1979.

Por otra parte, según ha podido saber EL PAIS, de fuentes próximas a la empresa, el capital de ENDESA pasará, a lo largo de 1981, de los 22.000 millones actuales a unos 39.000 millones, como resultado de una aportación del INI de 8.000 millones y otros 9.000 millones procedentes de los beneficios excedentes del dividendo (unos 2.000 millones).

El aumento de 6.000 millones de KWh en la producción eléctrica de ENDESA en 1980 ha supuesto un ahorro de dos millones de toneladas de petróleo, es decir, unos cuatrocientos millones de dólares.

Fuentes de la empresa han señalado que los resultados obtenidos en 1980, además de probar que no todas las empresas públicas deben perder dinero, sino que incluso, algunas pueden aventajar en su gestión a las privadas, constituyen también el resultado de una estrategia aplica da por el actual presidente de la empresa, Pedro López Jiménez, del sector liberal de UCD y acusado en su día en las Cortes de ser «enemigo de la empresa pública». López Jiménez sustituyó en mayo de 1979 a Antonio Linares Sánchez, del equipo del ex presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro. En aquel momento, las previsiones del déficit de teso rería para finales de julio eran de 1979 6.000 millones de pesetas y de 10.000 millones para finales de año. La producción estaba situada un 30% por debajo de los objetivos anuales. La primera estrategia aplicada por López Jiménez, ex subsecretario de Obras Públicas con Joaquín Ga rigues, y procedente de Hidrola, la tercera empresa eléctrica española por su producción, fue encaminada a la superación de la crisis financiera. Se ordenó el pago de vencimientos de las obligaciones y se vendió entre las instituciones financieras el plan de reestructuración de la empresa. En diciembre de 1979, el déficit de tesorería se convirtió en un superávit de 1.700 millones.

López Jiménez ligó inmediatamente los incrementos salariales en la negociación del convenio a la casi congelación de la plantilla y al crecimiento de la productividad. Con la nueva política laboral, la producción de energía eléctrica y de carbón ha sido más que duplicada en el último año, manteniendo la plantilla en 5.700 empleados, lo que ha supuesto una subida espectacular de la productividad y, por ello, de los beneficios.

En 1980 ENDESA ha desarrollado su potencialidad, lo que le permitirá penetrar, a lo largo de 1981, en nuevos proyectos no sólo mineros y termoeléctricos, sino también nucleares. Uno de los proyectos ya en marcha es su participación en un 40% en la central nuclear de Trillo (dos unidades de mil megawatios cada una).

El presidente de ENDESA, la empresa pública más rentable de España, se mostró partidario el año pasado de no aplicar las directrices salariales del sector público a su empresa, con el fin de «demostrar a los trabajadores que se pueden pagar mayores salarios cuando se obtienen más beneficios». Al aplicar el acuerdo marco a ENDESA, López Jiménez señaló que «tenemos que subir más que en Hunosa, pues la respuesta lógica de subir en igual cantidad los salarios es que los obreros trabajarán entonces como en Hunosa».En cuanto a perspectivas, ENDESA tendrá que hacer, en los próximos diez años, una inversión real, en pesetas de cada año, del orden de 40.000 millones de pesetas. Las necesidades financieras para ese período serán de 600.000 millones de pesetas. Para 1981, la inversión será superior a 50.000 millones de pesetas y las necesidades financieras rondarán los 65.000 millones de pesetas. El año pasado ambas cifras fueron, respectivamente, de 22.000 y 35.000 millones de pesetas.

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