El hijo de Carmelo, solución para la goleada portería del Athlétic

Andoni Cedrún, hijo de Carmelo Cedrún, simplemente Carmelo para los aficionados al fútbol, debutó como portero del Athlétic el pasado miércoles, en partido de Copa, ante el Binéfar. Cedrún tiene veinte años, tres más que su padre cuando éste empezó como titular en el Athlétic, e Iñaki Sáez, entrenador actual del equipo, considera que ya está en condiciones de dar el saltó. El Athlétic, que ha recibido más goles que ningún otro equipo de Primera, Segunda o Segunda B, busca en Cedrún al sucesor de Iríbar, que a su vez desplazó del equipo a Carmelo.

Cedrún heredó de su padre (portero del A...

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Andoni Cedrún, hijo de Carmelo Cedrún, simplemente Carmelo para los aficionados al fútbol, debutó como portero del Athlétic el pasado miércoles, en partido de Copa, ante el Binéfar. Cedrún tiene veinte años, tres más que su padre cuando éste empezó como titular en el Athlétic, e Iñaki Sáez, entrenador actual del equipo, considera que ya está en condiciones de dar el saltó. El Athlétic, que ha recibido más goles que ningún otro equipo de Primera, Segunda o Segunda B, busca en Cedrún al sucesor de Iríbar, que a su vez desplazó del equipo a Carmelo.

Cedrún heredó de su padre (portero del Athlétic desde el año 1950 hasta 1963) la afición por el puesto de guardameta. Poco a poco ha ido progresando. Pasó de los infantiles de la Cultural Leonesa, donde entrenó su padre, al Durango, y de ahí, al Bilbao Athlétic, filial del Athlétic. Ha jugado en las selecciones inferiores, aunque casi siempre ha sido suplente, de Agustín, el joven meta del Madrid, que el año pasado militó en el Castilla, y el miércoles, por fin, debutó en la Copa ante el Binéfar, un partido fácil en el que apenas tuvo que intervenir. Ganó el Athlétic por 1-0.

Sáez: "Ya está en condiciones de jugar"

Iñaki Sáez, actual entrenador del Athlétic (sustituyó a Helmut Senekowitsch a raíz de los siete goles encajados por el equipo en Chamartín), especula ahora con la posibilidad de incorporar definitivamente al hijo de Carmelo, conocido como Cedrún en el mundo del fútbol, al equipo: «Hay que pensarlo. Desde luego, desde ya se puede anunciar que para mí es uno más de los porteros de la primera plantilla. A sus veinte años tiene condiciones para el puesto. Pero las renovaciones de los equipos hay que hacerlas poco a poco, con cuidado. El domingo recibimos al Betis. Es un partido difícil, de responsabilidad. Tengo que pensar si se mantiene en el equipo o no. Pero es, posible que vuelva a jugar».Para Sáez no cabe duda de que ya está en condiciones de jugar. «Tiene aptitudes para el puesto y ha ido progresando en los últimos años. Evidentemente, para un chico joven no es lo ideal entrar en el equipo cuando va mal, y eso es lo que me hace dudar. Pero él ya tiene casi todo lo que necesita un portero del Athlétic. Lo único que le falta es experiencia, más años. Eso sólo se lo puede dar el tiempo, los partidos».

Iríbar entrena cada tarde en Lezama a los porteros del Athlétic y a los del Bilbao Athlétic, y un día por semana, a los de los equipos inferiores. No se trata del trabajo físico, que ya lo hacen por la mañana con el resto de la plantilla, sino unas lecciones respecto a colocación, salidas y demás. «Iríbar también piensa que ya está en condiciones de jugar. Hemos comentado sobre él y piensa que no hay por qué esperar».

Clemente, entrenador del Bilbao Athlétic y sensacional interior del primer equipo de San Mamés hasta que una lesión cortó prematuramente su carrera, ha entrenado a Cedrún dos años: «Pese a su estatura de 1,98 va muy bien por abajo porque se ha entrenado muy bien en ese sentido. Lo que más le faltaba, por paradójico que resulte, era confianza para salir a cortar centros por alto, y ya tiene eso. El año pasado mejoró notablemente en ese aspecto, y yo creo que lo único que le falta ya son partidos».

Un puesto siempre bien cubierto

El Athlétic siempre tuvo confianza en sus porteros. Antes de la guerra tuvo a Blasco, el mejor portero de España, después de Zamora y eterno suplente de éste en la selección. Después, el marco fue para Echevarría, aunque sólo por tres años; en la temporada 1942-1943 entró Lezama, a principio de los años cincuenta le desplaza Carmelo, y en la 1963-1964, a éste le sucede Iríbar. No hay más porteros en la historia del Athlétic. Una vez que se ha ido Iríbar, ni Aguirreoa ni Meléndez parecen dar la talla para sustituirle. Sáez piensa que «quizá la sombra de el Chopo pesa mucho», pero lo cierto es que el Athlétic ha encajado veintinueve goles en trece partidos, más que ningún otro equipo de Primera, Segunda o Segunda B.

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