Cartas al director

Izquierda Socialista

Recientemente, un grupo de militantes socialistas discrepantes con la política y estrategia actual del PSOE se han presentado ante la opinión pública del país bajo el nombre de Izquierda Socialista. Ello ha dado y está dando lugar a constantes comentarios políticos y de Prensa.Y, por encima juicios frecuentemente interesados y anacrónicos que se están sucediendo, como militante socialista considero importante comentar el hecho desde el interior.

Desde la militancia socialista en la base se valoró muy positívamente la constitución de ese colectivo de izquierda en el seno del PSOE. Las ra...

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Recientemente, un grupo de militantes socialistas discrepantes con la política y estrategia actual del PSOE se han presentado ante la opinión pública del país bajo el nombre de Izquierda Socialista. Ello ha dado y está dando lugar a constantes comentarios políticos y de Prensa.Y, por encima juicios frecuentemente interesados y anacrónicos que se están sucediendo, como militante socialista considero importante comentar el hecho desde el interior.

Desde la militancia socialista en la base se valoró muy positívamente la constitución de ese colectivo de izquierda en el seno del PSOE. Las razones son muy claras: su nacimiento indica que, a pesar de todo, comienza a haber un amplio movimiento dentro de la organización que quiere impulsar el debate y la democracia interna; igualmente, su constitución supone una clarificación de las distintas posiciones que se dan en el interior del PSOE hoy.

Y su constitución no es ni el coco ni la rebelión-rabieta de cuatro izquierdistas; en Europa, en esa Europa modelo de moderación y seudopragmatismo a la que tanto les gustaría que la izquierda se pareciera en España, la constitución de tales colectivos (incluso tendencias) es una realidad palpable.

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Nadie puede, predecir el futuro del PSOE, tras este principio de constitución de una ala izquierda en su seno, pero hay una cosa clara: si la dirección del PS utiliza otra vez a la comisión federal de conflictos para «solucionar» el problema (léase: haga un expediente o expulse a esos compañeros), el PS perderá aquel bagaje histórico de esperanza que representa para amplios sectores populares.

Sólo tendrá capacidad el partido de asumir esa consolidación democrática que el país exige cuando en su propia casa la democracia, el debate riguroso y la participación de los afiliados sean una realidad.

A los compañeros en la dirección sólo les pido un comportamiento socialista, un cumplimiento estricto de la resolución política del congreso extraordinario.

A los compañeros del colectivo crítico sólo les pido rigor y honestidad en la crítica y que sigan, más que nunca, trabajando por la libertad, por el socialismo. /

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