El saneamiento financiero del sector, principal obstáculo al plan siderúrgico del Gobierno

La negociación entre las partes implicadas en la reestructuración de la siderurgia integral, de acuerdo con el plan aprobado al respecto por el Gobierno recientemente, parece encontrar su más grave dificultad en su aspecto financiero, relativo al saneamiento económico de las tres empresas que integran el sector: Ensidesa, Altos Hornos de Vizcaya y Altos Hornos del Mediterráneo.

El primero de los objetivos del plan siderúrgico es lograr el saneamiento financiero de las empresas, para lo cual la Administración negocia con las entidades de crédito acreedoras de las mismas la reducción de l...

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La negociación entre las partes implicadas en la reestructuración de la siderurgia integral, de acuerdo con el plan aprobado al respecto por el Gobierno recientemente, parece encontrar su más grave dificultad en su aspecto financiero, relativo al saneamiento económico de las tres empresas que integran el sector: Ensidesa, Altos Hornos de Vizcaya y Altos Hornos del Mediterráneo.

El primero de los objetivos del plan siderúrgico es lograr el saneamiento financiero de las empresas, para lo cual la Administración negocia con las entidades de crédito acreedoras de las mismas la reducción de las cargas financieras a niveles del 8% de la cifra de ventas, mediante una reestructuración en profundidad de los pasivos de las empresas, le que supondrá establecer un nuevo calendario de vencimiento de los créditos y una renegociación de los tipos de interéses.Este nuevo calendario, en cuya. consecución han surgido los más; graves problemas, supone para el. presente año la renuncia a la percepción de intereses por parte de los acreedores. Para los próximos, tres años, el plan de saneamiento financiero reduce los tipos medios de los intereses de los créditos al 4% y congela los reembolsos de principal hasta el 1 de enero de 1984 (es decir, aplaza hasta dentro de tres años la amortización del capital adeudado) y, a partir de esta fecha, situar los intereses de la deuda al nivel que tuvieran con anterioridad al 1 de enero último.

Los créditos afectados por esta medida ascienden a un total de 139.000 millones de pesetas, que se distribuyen, de acuerdo con el plan del Gobierno, de la siguiente manera: Ensidesa, 85.000 millones (de ellos, 25.000 del Banco de Crédito Industrial y 60.000 del INI); Altos Hornos del Mediterráneo, 22.000 millones del Banco de Crédito Industrial, y Altos Hornos de Vizcaya, 32.000 millones, de los cuales 16.000 corresponden al Banco de Crédito Industrial, y el resto, a la banca privada.

No obstante, según medios bancarios consultados por EL PAÍS, la deuda de Altos Hornos de Vizcaya con las entidades privadas de crédito (en concreto con los bancos Bilbao, Central, Urquijo, Banesto, Hispano y Vizcaya) sería superior a la cifra difundida por el Gobierno y se situaría por encima de los 22.000 millones de pesetas.

Las dificultades surgidas en la negociación de la Administración con la banca se centran en la negativa del Banco de Vizcaya a aceptar las condiciones de amortización que trata de establecer el Gobierno. Según ha podido saber EL PAÍS, de los 22.000 millones de pesetas que representa la deuda de Altos Hornos de Vizcaya con las entidades privadas de crédito, a este banco le corresponde el 24% del riesgo. Porcentaje similar le corresponde al Banco de Bilbao, y en torno a los 4.000 millones de pesetas se sitúa la cifra del crédito del que es acreedor el Banco Urquijo.

La negativa del Vizcaya a aceptar las condiciones de la Administración para amortizar los créditos de la siderurgia se basa, exclusivamente, en criterios financieros, cuyo tratamiento será objeto de estudio al más alto nivel entre el Ministerio de Industria y el propio banco. Los pormenores del desacuerdo actual se mantienen en la más estricta reserva por ambas partes, por tratarse de una negociacion en curso y de cuyo resultado depende en buena medida la consecución del primer objetivo del plan de reestructuración de la siderurgia y, por indicativo, el futuro del plan mismo.

El capital de Altos Hornos de Vizcaya, participado mayoritariamente por el Estado, está repartido entre la U. S. Steel, con el 25%; Urquijo, 7,16%; Hispano, 4,74%; Bilbao, 3 %; Vizcaya, 3 %, y Banesto, con el 1,42 %.

En la última operación financiera para reflotar la empresa, U. S. Steel, Urquijo e Hispano optaron por la vía de incrementar su participación en e 1 capital de la sociedad, mientras que los bancos Bilbao, Vizcaya y Banesto concedieron créditos a largo plazo y bajo tipo de interés.

Aceros especiales

En cuanto a la reestructuración del sector de aceros especiales, la sociedad constituida para la reconversión de las empresas que integran el mismo ha concedido 675 millones de pesetas a las tres firmas que atraviesan por una situación más delicada, que son Echevarría, Aceros de Llodio y Orbegozo.

Las tres empresas, que, según informa Patxo Unzueta desde Bilbao, han suscrito un documento para abordar conjuntamente un plan de reestructuración que podría incluso llegar hasta la fusión de las mismas, habían solicitado la concesión de 1.500 millones de pesetas. En lo que constituye la primera decisión de la referida sociedad, constituida por siete empresas del sector, la Administración y el Gobierno vasco, se acordó por unanimidad limitar esta cifra a los mencionados 675 millones de pesetas.

El plan de reestructuración que tienen en proyecto las tres citadas empresas establece como objetivos esenciales la adecuación de los tamaños de las mismas a las economías de escala previsible, la regulación y coordinación de los programas de producción y especialización de los productos y la movilidad de los puestos de trabajo entre las tres firmas para lograr un ajuste de sus plantillas.

En materia salarial, las tres empresas negociarán una «moderación compatible con un equilibrio financiero mínimo».

Los créditos necesarios para los objetivos fijados en el plan de reestructuración pactado por las tres empresas serían de 515 millones de pesetas para Aceros de Llodio, 530 millones para Orbegozo y 1.580 millones para Echevarría.

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