Tribuna:

Santana, la solución

El tenis español y la Copa Davis tuvieron en la década de los sesenta un auténtico protagonista: Manolo Santana. Juan Gisbert, José Luis Arilla, Juan Manuel Couder y después Manolo Orantes fueron el acompañamiento. El divo, el solista indiscutible, fue Santana. Cuando el equipo nacional está en grave crisis, se anuncia la reaparición de Santana, aunque sólo como capitán del equipo.Tras la retirada de Santana, Jaime Bartrolí tuvo que dejar el puesto de mando. Juan Manuel Couder, que es hombre serio, no pudo tener suerte en la función de capitanear al conjunto. La dirección de los...

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El tenis español y la Copa Davis tuvieron en la década de los sesenta un auténtico protagonista: Manolo Santana. Juan Gisbert, José Luis Arilla, Juan Manuel Couder y después Manolo Orantes fueron el acompañamiento. El divo, el solista indiscutible, fue Santana. Cuando el equipo nacional está en grave crisis, se anuncia la reaparición de Santana, aunque sólo como capitán del equipo.Tras la retirada de Santana, Jaime Bartrolí tuvo que dejar el puesto de mando. Juan Manuel Couder, que es hombre serio, no pudo tener suerte en la función de capitanear al conjunto. La dirección de los daviscupman era un auténtico problema. Los nombres de Orantes e Higueras todavía pesan en el ambiente, pero es evidente que sobre ellos no se asienta el futuro. A Orantes casi le han eliminado las lesiones. Higueras se ha difuminado él mismo.

Santana no puede poseer una varita mágica que convierta a los jóvenes de hoy en sus émulos, pero sí posee la personalidad suficiente para dejar su impronta de maestro en quienes aspiran a tomar el relevo.

Santana está dispuesto a trabajar con quienes hoy son promesas. Ello equivale a afirmar que no podrá exigírsele triunfos inmediatos. Piensa en una labor a largo plazo. Su contrato parece que tendrá cuatro años de vigencia. Es el tiempo indispensable para crear aquel espíritu que llevó al tenis español a dos finales de Copa Davis. Lo difícil será encontrar un segundo Santana. O lo imposible.

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