Cartas al director

Fraga mete la pata

Todo el mundo sabe -o cree- que Manuel Fraga es un político honrado, inteligente, instruido, ambicioso y vehemente; algunos sospechan que tiene alguna chaveta floja, defecto hispano, de hidalgo manchego. Su facha más sobresaliente es quijana, pues, como aquél, cree que, con sólo su lanza, puede vencer a 200.000 turcos. Pues los problemas actuales de España - y del mundo- son morrocotudos.Pasa a página 14...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Todo el mundo sabe -o cree- que Manuel Fraga es un político honrado, inteligente, instruido, ambicioso y vehemente; algunos sospechan que tiene alguna chaveta floja, defecto hispano, de hidalgo manchego. Su facha más sobresaliente es quijana, pues, como aquél, cree que, con sólo su lanza, puede vencer a 200.000 turcos. Pues los problemas actuales de España - y del mundo- son morrocotudos.Pasa a página 14

Fraga mete la pata

Viene de página 13Tal vez por eso no se le encomendó la transición política y se dejó en manos de Adolfo Suárez, menos brillante, que ni siquiera cita en sus discursos a los más conspicuos liberales de Europa. Y tal vez por eso, los españoles, como el rapabarba respecto a Don Quijote, no le concedieran mucho crédito a sus alianzas y coaliciones de 1977 y 1979.

Por eso, de cuando en cuando, nuestro don Manuel se exalta y mete la pata en el plato. Como ahora, al presentar la última obra de Vizcaíno Casas, la vergüenza nacional de nuestra literatura, enriquecido, por sus chistes derechistas, por el papanatismo patrio.

Este país, antes llamado España -según el más famoso chiste de Vizcaíno Casas-, pocas veces ha dado muestras de sentido del humor y ahora, cuando más lo necesita, se muestra poco serio./

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En