Unas fotos del Papa en traje de baño causan un debate periodístico en Italia

No serán publicadas las fotografías del papa Wojtyla en bañador nadando en su piscina privada de Castelgandolfo, la finca de veraneo de los papas a treinta kilómetros de Roma. Las fotos existen. Una agencia extranjera, que no se sabe a través de qué santo consiguió obtener estas fotos, las ha vendido a la importante casa editorial Rusconi, de signo conservador. Pero Rusconi no las publicó y las metió en su archivo, quizá esperando tiempos mejores.

De repente, una gestión de la casa editorial Rizzoli, la más potente de Italia, que controla los principales diarios, empezando por ...

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No serán publicadas las fotografías del papa Wojtyla en bañador nadando en su piscina privada de Castelgandolfo, la finca de veraneo de los papas a treinta kilómetros de Roma. Las fotos existen. Una agencia extranjera, que no se sabe a través de qué santo consiguió obtener estas fotos, las ha vendido a la importante casa editorial Rusconi, de signo conservador. Pero Rusconi no las publicó y las metió en su archivo, quizá esperando tiempos mejores.

De repente, una gestión de la casa editorial Rizzoli, la más potente de Italia, que controla los principales diarios, empezando por Corriere della Sera, compra estas fotos, al parecer por ochenta millones de pesetas.Tampoco Rizzoli las va a publicar. Hay quien asegura que las ha comprado precisamente para evitar que se publiquen. ¿Quién ha hecho presiones para ello? ¿Ha sido el mismo Vaticano? Ayer, la revista mensual Prima Comunicazione, dedicada exclusivamente a los problemas de la Prensa y de los periodistas, revela que el artista de esta operación ha sido nada menos que el inteligente político democristiano Giulio Andreotti, que seguramente dentro de unos días será el nuevo presidente de su partido y aspira a la presidencia de la República para suceder a Sandro Pertini.

La revista asegura que Andreotti ha empezado, como periodista que es, entre tantas otras cosas, una colaboración fila en eI semanario de Rizzoli L´Europeo, y ha convencido al importante editor de que conserve como reliquia las fotos.

Mientras tanto, se asegura que el papa Wojtyla se está preparando un canal privado de televisión a través de la cual, afirma un funcionario vaticano, «desea llevar su palabra a todo el mundo, como quiera y cuando quiera». Es verdad que las dificultades para que el Vaticano obtenga este canal de televisión no son pocas.

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