La quiniela

De todo un poco

El próximo boleto, correspondiente a la novena jornada, tiene de todo. Desde los partidos claros como el agua, pasando por la zona equilibrada, hasta llegar al hemisferio visitante. Por ejemplo, un Valencia-Almería o un Atlético de Madrid-Murcia. Dos partidos que aligeran el peso del apostante, al que habría que preguntarle qué gracia le hace que le incluyan dos partidos de este tipo.El Patronato no acaba de aclararse. Si desea meter en la coctelera partidos que son «unos» casi insalvables, sería mejor que en vez de jugar con catorce partidos, lo hiciera con doce, pero doce encuentros feroces,...

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El próximo boleto, correspondiente a la novena jornada, tiene de todo. Desde los partidos claros como el agua, pasando por la zona equilibrada, hasta llegar al hemisferio visitante. Por ejemplo, un Valencia-Almería o un Atlético de Madrid-Murcia. Dos partidos que aligeran el peso del apostante, al que habría que preguntarle qué gracia le hace que le incluyan dos partidos de este tipo.El Patronato no acaba de aclararse. Si desea meter en la coctelera partidos que son «unos» casi insalvables, sería mejor que en vez de jugar con catorce partidos, lo hiciera con doce, pero doce encuentros feroces, donde el quinielista tenga que cavilar.

En el orden de lo difícil están los Hércules-Barcelona, Español-Sevilla, R. Sociedad-Zaragoza, Palencia-Castellón, Málaga-Cádiz. Por eso decía que el boleto que viene es un cocido en el que se guisan garbanzos con muchos más ingredientes.

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