Puntos, cartera y botas

Dicen que hay días en los que es mejor no salir de casa, y eso debió de pensar Luis de Carlos, presidente del Madrid, el domingo. Asistió a la derrota de su equipo, tuvo que escuchar los gritos de «¡Así, así, así gana el Madrid!» varias veces, y al final, cuando llegó al aeropuerto, se dio cuenta de que le habían robado la cartera. Y, también en el aeropuerto, el encargado de material del Madrid se percató de que le habían robado uno de los petates cargados de botas.El Madrid había hecho en Sarriá un aceptable partido, pero está claro que el domingo no fue su día de suerte. Casi siempre la for...

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Dicen que hay días en los que es mejor no salir de casa, y eso debió de pensar Luis de Carlos, presidente del Madrid, el domingo. Asistió a la derrota de su equipo, tuvo que escuchar los gritos de «¡Así, así, así gana el Madrid!» varias veces, y al final, cuando llegó al aeropuerto, se dio cuenta de que le habían robado la cartera. Y, también en el aeropuerto, el encargado de material del Madrid se percató de que le habían robado uno de los petates cargados de botas.El Madrid había hecho en Sarriá un aceptable partido, pero está claro que el domingo no fue su día de suerte. Casi siempre la fortuna suele aliarse con él; pero está visto que cuando la pierde, la pierde de verdad, y el domingo por la noche el del retorno fue un vuelo triste, sin puntos, sin la cartera del presidente y sin las botas.

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