Grave daño internacional en las transmisiones olímpicas

El boicoteo de los Juegos Olímpicos de Moscú afectará de forma fundamental a las transmisiones televisadas, el medio de comunicación más importante para la propaganda del máximo acontecimiento deportivo mundial. La ausencia de Estados Unidos ha supuesto un gran desastre económico para la cadena NBC (National Broadcasting Company), que había comprado todos los derechos y que, como la mayoría de países que no estarán en Moscú, ha reducido enormemente la programación sobre los Juegos.La NBC norteamericana, de una forma en cierto modo inesperada, pues la ABC (American Broadcasting Company), su gra...

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El boicoteo de los Juegos Olímpicos de Moscú afectará de forma fundamental a las transmisiones televisadas, el medio de comunicación más importante para la propaganda del máximo acontecimiento deportivo mundial. La ausencia de Estados Unidos ha supuesto un gran desastre económico para la cadena NBC (National Broadcasting Company), que había comprado todos los derechos y que, como la mayoría de países que no estarán en Moscú, ha reducido enormemente la programación sobre los Juegos.La NBC norteamericana, de una forma en cierto modo inesperada, pues la ABC (American Broadcasting Company), su gran rival, había sido casi siempre la «dominadora» en las transmisiones de los grandes acontecimientos deportivos, logró la compra de los derechos de los Juegos de Moscú por 85 millones de dólares (unos 6.000 millones de pesetas). Se trataba, al firmar el contrato en Moscú el pasado 1 de febrero, de la cifra más alta pagada nunca por unos Juegos, antes de que la ABC «contraatacara» y adquiriera los derechos para Los Angeles-84 en doscientos millones de dólares (14.000 millones de pesetas). El riesgo en ambos casos resultaba evidente y ha siddoo el colmo de la mala suerte para la NBC, que al fin parecía ganar en esa lucha particular para colocarse en el número uno de tarifas y, contratos publicitarios. Ha debido romper su contrato en exclusiva con el COI, lo que le ha supuesto unas pérdidas de 1.500 millones de pesetas, aparte de las tres cuartas partes del material técnico enviado a Moscú, que los soviéticos se que darán como «compensación». El descalabro económico, sumando la publicidad perdida -pensaba cotirar el minuto a millón de pesetas, sin contar los trastornos en la, programación ya hecha para tres semanas, con seis u ocho horas diarias, que ahora se quedará en un simple resumen filmado, alcanzará un total de 2.500 millones de pesetas. La NBC sólo tenía asegurado con la Lloyd de Londres el 90% de lo invertido en «bruto».

La NBC, reacia ya a adquirir nuevos derechos, se retiró después de la puja por Sarajevo-84 (Juegos de Invierno), que ganó la ABC por la «modesta» cifra de 1.400 millones de pesetas, contra los 1.100 millones que le supusieron los de Lake Placid este mismo año.

En cualquíer caso, si ya los Juegos Olímpicos de Montreal provocaron pérdidas económicas con la retirada de los países afrícanos, el caso actual es infinitamente más grave.

Aunque España (RTVE) y Francia (ORTF), como ejemplos más cercanos, han reducido algo sus previsiones de programación, pese a participar sus equipos -siempre en perjuício español, como quedará expuesto otro día-, los recortes en otras televisiones han sido sintomáticos. En Gran Bretaña, que participará, pero bastante disminuida, la BBC y la privada ITV reducirán el número de horas de 180 a cuarenta, y no en los espacios de la tarde-noche, los de mayor audiencia, como estaba previsto. En Dinamarca, de 130 a 75, y en Bélgica quedará todo lo previsto en la mitad, pues habrá también programas sobre los derechos humanos y el tema de los disidentes.

En los países cuyos equipos no irán a los Juegos, las reducciones serán aún más estrictas. En la RFA no habrá programas en directo, y de 170 horas se ha pasado a diez, es decir, a un resumen filmado diario de sólo diez minutos. En Japón, las 206 horas iniciales quedarán en cuarenta, y en Noruega, sólo veiniticinco o treinta, de las noventa previstas. En todos los casos, la mayor y casi única atención se prestará a las finales y a las actuaciones de los respectivos atletas nacionales.

La URSS, por su parte, que dará .la máxima cobertura a los Juegos, como los restantes países socialistas, incluso lanzó, el pasado 14 de junio, el satélite de comunicaciones Horizon, siguiendo al puesto en órbita el 29 de diciembre del año pasado. Colocado en una órbita circular, a 36.514 kilómetros de la Tierra, la recorrerá en poco más de un día y asegurará la recepción de imágenes con holgura, dada la recesión en la demanda. En Montreal-76 se calcularon mil millones de telespectadores. En Moscú-80 se esperaba doblar esa cifra, pero difícilmente se sobrepasará.

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