La euforia de los dividendos libres

Tres días para arriba y uno para abajo. Esta fue la síntesis de la evolución del mercado bursátil durante la semana pasada, a lo largo de la cual se produjeron movimientos aparentemente esperanzadores, aunque con un volumen de negocio bastante pequeño. Es destacable el hecho de que el índice general en Madrid se recuperó hasta arañar el más alto nivel del año, al situarse en 103,20. En el conjunto semanal, y tras el descenso anotado en la sesión de cierre del viernes, la diferencia es positiva en 1,60 puntos respecto a la semana precedente.La disposición del mercado al cierre era netamente ven...

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Tres días para arriba y uno para abajo. Esta fue la síntesis de la evolución del mercado bursátil durante la semana pasada, a lo largo de la cual se produjeron movimientos aparentemente esperanzadores, aunque con un volumen de negocio bastante pequeño. Es destacable el hecho de que el índice general en Madrid se recuperó hasta arañar el más alto nivel del año, al situarse en 103,20. En el conjunto semanal, y tras el descenso anotado en la sesión de cierre del viernes, la diferencia es positiva en 1,60 puntos respecto a la semana precedente.La disposición del mercado al cierre era netamente vendedora. La semana se inició tímidamente bien, con un martes ligeramente positivo, aunque, como ha sido tónica habitual a lo largo de toda la semana y como viene siéndolo en los últimos tiempos, con un volumen de negocio más bien corto. El miércoles y el jueves fueron jornadas netamente alcistas, en particular la última de las citadas. Parecía que la Bolsa tomaba una carrera progresivamente acelerada y que los habituales se iban contagiando del clima, puramente interno, de optimismo y esperanza. Pero la subida del jueves se producía, paradójicamente, con el menor volumen de negociación de toda la semana. El globo parecía artificialmente hinchado.

Dividendos libres

El motor de este repentino entusiasmo vino de la mano dejos dividendos bancarios, noticia que publicamos en estas mismas páginas. Las autoridades económicas parecen dispuestas a soltar amarras en este tema después de cuarenta años de congelación «transitoria». Bien es verdad que la congelación ha sido más teórica que real, pues los dividendos han subido de forma bastante continuada gracias al aumento de las reservas, que permiten ampliar la base sobre la que se calcula el 6% de dividendo máximo sobre capital y reservas medios.

Lo cierto es que, al grito de dividendos libres, los bancos se dispararon para arriba. Al cierre de la semana quedaban con dinero, fruto de las alegrías excesivas, lo que no les impidió anotarse un avance de 3,88 puntos a lo largo de la semana en lo que se refiere al grupo de la banca comercial. También la industrial recogió algunos resultados positivos de la fiesta, con un avance de 1,01 puntos en la tanda semanal.

En el lado contrario, las eléctricas, los monopolios y las siderúrgicas experimentaron ciertos recortes, influidos en el caso de los monopolios por la rebaja de un duro en Telefónica. No se puede olvidar, de todas formas, que la semana era pródiga en repartos de dividendos, con los consiguientes recortes. Un total de veintiún valores aprovecharon la llegada oficial de las vacaciones para recortar cupones, y de estas veintiuna sociedades, diez recuperaron parte de lo perdido, mientras que las otras once lo perdían irremisiblemente de momento.

La sesión semanal cerró con cierta dosis de papel, especialmente en el corro bancario, lo que no auguraba nada bueno para la reanudación de los trabajos bursátiles el martes próximo. Pero las vacaciones tienen su lado bueno y su lado malo, que se resume en un mayor grado de apatía en la negociación, que será la que probablemente predomine a lo largo del período que acaba de abrirse.

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