El estatuto de EL PAIS

El estatuto de la redacción de EL PAIS, aprobado la semana pasada por la j untá de accionistas, constituye todo un modelo de cómo armonizar las lealtades que recíprocamente se deben quienes editan un periódico y quienes lo escriben.De un lado, recoge los «principios de la publicación» -su ideario básico- y, de otro, los derechos y deberes de los periodistas. La interrelación entre ambos planos es evidente. Las empresas informativas, son empresas ideológicas y su éxito depende en gran medida de la sintonía en lo fundamental entre los promotores de una iniciativa y quienes diariamente la ejecuta...

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El estatuto de la redacción de EL PAIS, aprobado la semana pasada por la j untá de accionistas, constituye todo un modelo de cómo armonizar las lealtades que recíprocamente se deben quienes editan un periódico y quienes lo escriben.De un lado, recoge los «principios de la publicación» -su ideario básico- y, de otro, los derechos y deberes de los periodistas. La interrelación entre ambos planos es evidente. Las empresas informativas, son empresas ideológicas y su éxito depende en gran medida de la sintonía en lo fundamental entre los promotores de una iniciativa y quienes diariamente la ejecutan.

Establecido ese nexo, se establece también una obligación de respeto mutuo. ( ... )

Y, concluyendo por el principio, este texto -que otros trataremos pronto de emular- es pionero al tipificar como «periodistas» a todos aquellos que, «al margen de la titulación que posean, realicen tareas de redacción». No hay como ajustar la fuerza de la norma a la realidad diaria de la vida.

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