Declararon en el juzgado los implicados en el "escándalo Málaga-Salamanca"

El tema de la posible venta de algunos jugadores malaguistas en el encuentro Málaga-Salamanca ha vuelto a la actualidad a consecuencia de las declaraciones ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga, cuyo titular es el señor Suárez Bárcenas, del presidente del club, Federico Brinkmann; el vicepresidente, señor Pérez Gascón; el entrenador, Sebastián Viberti, y los jugadores Orozco y Castronovo. Fue el propio club malaguista el que presentó una denuncia ante el juzgado una vez que fue informado por el jugador Julio Orozco de que habla habido gestiones para comprar el partido.

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El tema de la posible venta de algunos jugadores malaguistas en el encuentro Málaga-Salamanca ha vuelto a la actualidad a consecuencia de las declaraciones ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga, cuyo titular es el señor Suárez Bárcenas, del presidente del club, Federico Brinkmann; el vicepresidente, señor Pérez Gascón; el entrenador, Sebastián Viberti, y los jugadores Orozco y Castronovo. Fue el propio club malaguista el que presentó una denuncia ante el juzgado una vez que fue informado por el jugador Julio Orozco de que habla habido gestiones para comprar el partido.

El principal encartado, el argentino Raúl Castronovo, que la pasada temporada jugó en el Algeciras y que años atrás había defendido los colores del Málaga y del Salamanca, no tuvo inconveniente en efectuar unas declaraciones a los medios informativos de Málaga poco después de salir del juzgado: «He dicho cuanto tenía que decir. Lo siento por algunas personas, pero mi obligación era declarar toda la verdad, cosa que ya hice ante el Comité de Competición». Cuando se le preguntó a Castronovo por la posible participación en el asunto de Felipe Mesones, entrenador del Salamanca, el jugador argentino confirmó que fue Mesones quien le llamó para ver si había posibilidad de «tocar» a algunos jugadores del Málaga. «Yo», agregó Castronovo, «le dije que sí por amistad con él y sin ningún interés económico. Llamé a Orozco, quien se negó en redondo a hablar del tema. Así las cosas, el domingo del partido, por la mañana, estuve en el hotel Alay, donde se alojaba el Salamanca, y le dije a Mesones que no había nada que hacer. Esa fue toda mi participación en el asunto». La conversación entre Castronovo y Mesones se produjo ante la presencia de Gabino Sánchez, gerente del Salamanca.El jugador argentino reconoció que se consideraba culpable de haber actuado como intermediario para tratar de «arreglar» un resultado, pero negó rotundamente que las gestiones hubiesen ido más lejos de lo que se desprende de sus declaraciones anteriores. «Por mi parte eso fue todo. Si a pesar de ello se arregló el partido tuvo que ser por otro conducto». Y, al parecer, eso es lo que sucedió, que hubo otra mediación o bien que tampoco en esta ocasión Castronovo ha dicho toda la verdad. Porque en Málaga se da como seguro que el día del partido un jugador malaguista tuvo depositada en su casa una cierta cantidad de dinero procedente del Salamanca.

Por su parte, Julio Orozco se muestra abatido y proclama en todo momento su inocencia. «No me explico», dice, «cómo se me intenta involucrar en el conflicto. Si el tema ha salido a la luz pública ha sido precisamente porque yo lo he denunciado. Si encima que denuncié el caso ahora soy yo el sancionado estamos arreglados todos. ¿Quién se va a atrever a denunciar nada de ahora en adelante?».,

Por lo que respecta a la investigación del Comité de Competición, las noticias en Málaga son que el dictamen estará concluido a finales de esta semana o a principios de la próxima. Y a título de rumor, fundado en buenas fuentes, se dice que el caso se cerrará a nivel federativo con sanciones a algunos jugadores.

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