El Rayo se despidió de Primera en Zaragoza

El Rayo se despidió de la Primera División en Zaragoza. Su caminar por esta categoría se ha roto después de tres temporadas, superadas las dos primeras con apuros. El equipo rayista no jugó en Zaragoza de la forma necesaria para haber logrado el triunfo. Le faltó, aunque parezca sorprendente, una mayor capacidad de sacrificio y garra. La derrota del Hércules, en Alicante, frente al Sevilla, hubiese significado la milagrosa permanencia del Rayo, pero éste fue incapaz de forzar su actuación en Zaragoza.Comenzó bien el equipo maño, movido desde atrás por la impresionante calidad del libre yugosla...

El Rayo se despidió de la Primera División en Zaragoza. Su caminar por esta categoría se ha roto después de tres temporadas, superadas las dos primeras con apuros. El equipo rayista no jugó en Zaragoza de la forma necesaria para haber logrado el triunfo. Le faltó, aunque parezca sorprendente, una mayor capacidad de sacrificio y garra. La derrota del Hércules, en Alicante, frente al Sevilla, hubiese significado la milagrosa permanencia del Rayo, pero éste fue incapaz de forzar su actuación en Zaragoza.Comenzó bien el equipo maño, movido desde atrás por la impresionante calidad del libre yugoslavo Antich -van a desprenderse de él de forma increíble-. El gol de Víctor antes del cuarto de hora fue ya el primer aviso de que el descenso rayista era algo consumado. Sin embargo, el Zaragoza no mantuvo este ritmo, y se dejó comer terreno por un Rayo que se perdía en una horizontalidad lamentable.

En la segunda parte se produjo la chispa emocionante con el empate, pero la esperanza madrileña duró exactamente un minuto, y se desvaneció por completo con el tercer tanto. El gol de Maté, en fuera de juego, que cerró el marcador, resultó inútil. El Rayo, consciente de la derrota del Hércules, se lanzó entonces a una feroz presión, pero ya era tarde. Eso debía haberlo intentado desde el comienzo del partido.