Tribuna:

Sobran dos

El calendario futbolístico español se decide cada año en la asamblea nacional. En principio, todos los participantes suelen estar de acuerdo. Salvo alguna modificación, sobre la marcha, todos votan la bondad de lo programado. En cuanto las competiciones entran en zona caliente, todo son coplas doloridas. Las coincidencias de Liga, Copa, torneos europeos y partidos de la selección nacional, producen una serie de incompatibilidades que, en muchos casos, son hasta jocosas.De momento, es imposible fijar la fecha de la final de Copa, porque el Castilla ha roto todos los pronósticos. De momento, par...

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El calendario futbolístico español se decide cada año en la asamblea nacional. En principio, todos los participantes suelen estar de acuerdo. Salvo alguna modificación, sobre la marcha, todos votan la bondad de lo programado. En cuanto las competiciones entran en zona caliente, todo son coplas doloridas. Las coincidencias de Liga, Copa, torneos europeos y partidos de la selección nacional, producen una serie de incompatibilidades que, en muchos casos, son hasta jocosas.De momento, es imposible fijar la fecha de la final de Copa, porque el Castilla ha roto todos los pronósticos. De momento, para el encuentro internacional contra Dinamarca, en Copenhague, Kubala no podrá contar con jugadores del Spórting, Madrid, Atlético de Madrid y, lo que es peor, del Castilla.

A Dinamarca habrá que ir sin Uría, y Kubala, que no sabía qué hacer cuando le faltaba Lora, estoy seguro de que no podrá soportar ahora la baja del sportinguista. Hay que comenzar a rasgarse las vestiduras porque los clásicos de don Ladislao no podrán viajar a Copenhague.

La buena voluntad expresada por los clubes cuando se habla de la selección, siempre y cuando no perjudique sus intereses, queda justificada en cuanto surge un problema como el de Dinamarca, que cabe achacar a una deficiente planificación. La buena voluntad quedaría demostrada si, en lugar de plantear aumento de clubes en primera, se decidieran a reducirla a sus justos límites. En España no hay dieciocho entidades con categoría de primera.

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