Debate en RTVE sobre la crítica situación económica

La gravísima situación que atraviesa la economía española y sus difíciles perspectivas de evolución para el presente ejercicio fueron puestas de manifiesto ayer, en el programa de RTVE Tribuna económica por el catedrático y ex vicepresidente del Gobierno Enrique Fuentes, por el presidente de la Asociación de la Banca Privada (AEB) Rafael Termes, por el director del gabinete de estudios del Banco de Bilbao, señor Lerena, y por el director general del Ministerio de Economía, Anselmo Calleja.Adjetivos como «situación de guerra» (Termes), de «emergencia» (Fuentes), «extremadamente gr...

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La gravísima situación que atraviesa la economía española y sus difíciles perspectivas de evolución para el presente ejercicio fueron puestas de manifiesto ayer, en el programa de RTVE Tribuna económica por el catedrático y ex vicepresidente del Gobierno Enrique Fuentes, por el presidente de la Asociación de la Banca Privada (AEB) Rafael Termes, por el director del gabinete de estudios del Banco de Bilbao, señor Lerena, y por el director general del Ministerio de Economía, Anselmo Calleja.Adjetivos como «situación de guerra» (Termes), de «emergencia» (Fuentes), «extremadamente grave» (Lerena), fueron atribuidos al momento actual de nuestra economía. Todos los presentes en el debate reconocieron que era necesario informar al país de esta situación, en primer lugar, para provocar una toma de conciencia, y a partir de ahí emprender un programa para hacer frente a la crisis desde la responsabilidad de todos y mediante un reparto equitativo de las cargas.

En cuanto al programa en sí, las medidas enunciadas para el mismo giraron en torno a la reducción de la inflación (ajuste de las rentas salariales y no salariales), a un ajuste de comercio exterior y a un ajuste de la estructura productiva (reconversiones y reestructuraciones). «Si esto se pone en práctica, y el sector público deja de ser un elemento generador de inflación», afirmó Fuentes, «el país podría seguir adelante. En caso contrario, y dadas las repercusiones sociales y políticas de una crisis como ésta, la propia democracia está en peligro ».

Rafael Termes criticó con dureza al Gobierno, dijo que en una situación de guerra como la que vive nuestra economía, el presidente del Consejo de Ministros era quien debería dirigirse al país para informarlo. Puso de relieve el pesimismo empresarial de cara a los próximos meses y denunció que frente al déficit de 300.000 millones previsto para el sector público en 1980 en los dos primeros meses del año ya se habían empleado 100.000 millones. «Hace falta un plan económico, el que sea, pero un plan económico», concluyó Termes.

Lerena, por su parte, insistió en que la crisis iba a ser muy larga, podría llegar, dijo, hasta finales de siglo, y no hay soluciones milagrosas. «Hace falta un esfuerzo del poder público y de todos los ciudadanos para afrontarla. Y es necesario terminar con la falta de coordinación de la política económica». Fuentes Quintana, en otro momento, denunció la falta de un plan a medio plazo de inversiones públicas, que es imprescindible para animar a la inversión privada. Calleja, el representante del Ministerio de Economía, desde el reconocimiento de la gravedad de la situación, trató infructuosamente de desdramatizar el debate y dar respuesta a las claras responsabilidades que para el equipo económico del Gobierno se deducían de las intervenciones del resto de los invitados. Fuentes había llegado a indicar que el crecimiento del PIB puede ser por primera vez desde 1959 de menos un punto; la tasa de paro, un 12%, la inflación un 17% y el déficit exterior, de 3.500 millones de dólares.

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