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Nunca

había padecido la Scala de Milán una huelga de fraques, pero tuvo que venir, porque todo termina por surgir en Italia. Siete días estuvieron de huelga los músicos de la orquesta del famoso teatro. El motivo de su militante inactividad era una protesta porque la empresa se resistía a comprar, mantener y limpiar los clásicos fraques que debían usar los profesores en sus apariciones públicas. Al final, la empresa cedió, compró los pulcros trajes de gala y dotó con ellos a los regocijados músicos, que ya han interpretado su primer concierto, después de una semana de ausencia. ...

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había padecido la Scala de Milán una huelga de fraques, pero tuvo que venir, porque todo termina por surgir en Italia. Siete días estuvieron de huelga los músicos de la orquesta del famoso teatro. El motivo de su militante inactividad era una protesta porque la empresa se resistía a comprar, mantener y limpiar los clásicos fraques que debían usar los profesores en sus apariciones públicas. Al final, la empresa cedió, compró los pulcros trajes de gala y dotó con ellos a los regocijados músicos, que ya han interpretado su primer concierto, después de una semana de ausencia. Igor Stravinsky, Bela Bartok y Arnold Schoemberg fueron los compositores con cuyas obras celebraron los músicos la adquisición de sus nuevos trajes. Relajado, Claudio Abbado, con la batuta, dirigió el feliz acontecimiento.

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