La Old Vic, de Londres, cuenta en Madrid la vida de lord Byron

La Old Vic, la compañía dramática británica que hoy representa, en el Teatro Bellas Artes, de Madrid, una obra sobre la vida de lord Byron, es una institución centenaria que en su país es equiparable al Times o al Rolls Royce, de acuerdo con su director, el actor Timothy West. El señor West, que en España es conocido por su interpretación de la figura de Eduardo VII en un famoso telefilme, es responsable, en buena parte, de la recuperación de esta legendaria compañía, que comenzó llevando a escena a Shakespeare, luego fue amenazada de muerte por la crisis recurrente del teatro -y la economía- ...

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La Old Vic, la compañía dramática británica que hoy representa, en el Teatro Bellas Artes, de Madrid, una obra sobre la vida de lord Byron, es una institución centenaria que en su país es equiparable al Times o al Rolls Royce, de acuerdo con su director, el actor Timothy West. El señor West, que en España es conocido por su interpretación de la figura de Eduardo VII en un famoso telefilme, es responsable, en buena parte, de la recuperación de esta legendaria compañía, que comenzó llevando a escena a Shakespeare, luego fue amenazada de muerte por la crisis recurrente del teatro -y la economía- del Reino Unido y hoy florece de nuevo en la zona sur del río de Londres.

Por unos días, la Old Vic, de Londres, cuyo teatro ahora cumple cien años, ha dejado las riberas del Támesis y ha venido a actuar a España, donde algo ya se le conoce. Lamentablemente para el aficionado madrileño -en Barcelona hubo más suerte porque hubo más representaciones-, sólo actúa hoy, aunque en sesiones de tarde y noche, cosa que ya es insólita dentro del marco de los teatros nacionales, en uno de los cuales va a celebrarse la doble representación de hoy. La Old Vic ha venido, en efecto, convocada por el Consejo Británico, que ha contado con la colaboración del Centro Dramático Nacional.La Old Vic, que actúa en el Bellas Artes aprovechando un descanso de la compañía nacional, que allí representa Las bragas, de Sternheim, pone en escena una historia cuyo título denuncia al protagonista. Se llama la obra The lunatic, the lover and the poet (El lunático, el amante y el poeta), que alude, por supuesto, a la vida de lord Byron, el poeta inglés del siglo XIX, cuya existencia, aparte de responder a todos esos epígrafes, fue la de uno de los grandes líricos británicos con resonancia universal. La obra es de Jane McCulloch, la música, de Donald Fraser, y la dirección, de Toby Robertson.

Pero lo más importante de la Old Vic, en esta presentación suya en Madrid, no es la puesta en escena de la biografía de lord Byron, sino que coincide con el centenario del teatro que da nombre a esta veterana compañía, que sigue con entusiasmo renovado acaparando parte de la atención teatral británica, a pesar de la irrupción fabulosa del National Theatre.

La Old Vic nació hace un siglo, como una especie de café victoriano que fue adoptando diversas formas, reconstruyéndose sobre sí misma hasta llegar a ser el edificio típicamente británico que sigue distinguiéndose con arrogancia entre los distintos complejos artísticos que habitan la ribera sur del Támesis.

Muchas vicisitudes tuvieron que sufrir las compañías de la Old Vic para llegar a la incierta estabilidadactual. Pasó la Old Vic, en efecto, por la primera época, a principios de siglo, en la que Shakespeare fue protagonista de sus producciones. Con esa base, la Old Vic: dio cabida a los mejores gestos de los incipientes actores británicos, los que luego fueron famosos patriarcas del teatro nacional. Y ese bagaje de realizaciones teatrales fue el que le valió a la Old Vic el titulo de institución nacional que hoy es. Muy gráficamente definió Timothy West, actual director de la Old Vic, la presencia de su compañía en la cultura británica. En unas recientes declaraciones al Herald Tribune, West afirmó: «Puede que no sea tan famosa como el Rolis Royce o el Times, pero la Old Vic tiene un buen nombre.»

La presencia de la Old Vic en Madrid es, también, como aquellas dos instituciones a las que se refería West, un ejemplo de supervivencia. Cuando, en 1963, el National Theatre, que dirigía entonces sir Lawrence Olivier, ocupó el teatro de la Old Vic y redujo a la compañía a ser uno de sus grupos. Pero ya emergía de nuevo la Old Vie en una nueva compañía, llamada Prospect Theatre, fundada en 1961 y constituida años más tarde en la única empresa teatral inglesa empeñada en llevar fuera de las fronteras del Reino Unido la riqueza dramática de aquella tierra. Desde 1977, en reconocimiento de sus méritos en el desarrollo de aquella tarea, la Prospect Theatre se llama Old Vic, con lo que el viejo nombre victoriano ha regresado de las cenizas para ser, de acuerdo con lo que quiere Timothy West, una compañía pletórica. Marlowe, Shakespeare y otros autores británicos, interpretados por actor es entre los que se encuentra Peter O'Toole, celebran en el escenario del viejo teatro el centenario de esta legendaria compañía, menos antigua que el Times, pero tan respetable y superviviente como el periódico.

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