CATALUÑA

Medio millón de pesetas, botín del asalto al tren Barcelona-Manresa

Dos individuos armados asaltaron en la mañana de ayer un tren de los ferrocarriles catalanes de la línea Barcelona- Manresa, y lograron apoderarse de dos sacas conteniendo la recaudación de diez estaciones. Un empleado, encargado de transportar el dinero -algo más de 500.000 pesetas-, resultó herido de bala en la cabeza al intentar oponerse a los asaltantes. El hecho ocurrió sobre las once de la mañana. El convoy de los ferrocarriles catalanes acababa de salir del apeadero de Almeda -un barrio de la localidad industrial de Cornellá- en dirección a Barcelona.Dos individuos -uno de ellos de ...

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Dos individuos armados asaltaron en la mañana de ayer un tren de los ferrocarriles catalanes de la línea Barcelona- Manresa, y lograron apoderarse de dos sacas conteniendo la recaudación de diez estaciones. Un empleado, encargado de transportar el dinero -algo más de 500.000 pesetas-, resultó herido de bala en la cabeza al intentar oponerse a los asaltantes. El hecho ocurrió sobre las once de la mañana. El convoy de los ferrocarriles catalanes acababa de salir del apeadero de Almeda -un barrio de la localidad industrial de Cornellá- en dirección a Barcelona.Dos individuos -uno de ellos de unos veinte años y el otro de mediana edad- se dirigieron hacia la pequeña cabina del conductor del tren, donde viajaba también un empleado de la compañía, Alfonso Narro, encargado de transportar las sacas con la recaudación de las estaciones de la línea y que, sorprendentemente, no iba armado. Los dos individuos intentaron abrir la puerta de la cabina. Alfonso Narro quiso evitarlo, quizá previendo las intenciones de los asaltantes, y uno de los individuos disparó sobre él, alcanzándole en la cabeza. El empleado se desplomó sobre el conductor del tren, que paró el convoy. Los dos atracadores cogieron las sacas y se apearon del tren. Los escasos viajeros se arremolinaron en la parte anterior del vagón, asustados por el disparo.

Minutos después, el herido era trasladado a la residencia Príncipes de España, en donde seria operado. Anoche su estado era grave, aunque no se temía por su vida. La bala le había penetrado en la cabeza, a la altura de la oreja, pero no había dañado el cerebro.

Sobre el hecho de que el empleado no llevara armas, el director de los ferrocarriles catalanes, Enric Roig, manifestó a este diario que el empleado herido no era un vigilante y no tenía misión alguna de defensa. «Desde hace años», dijo, «el transporte de la recaudación se hacía de este modo. Nunca pasó nada, aunque es evidente que, a raíz de lo sucedido, tendremos que replantear el tema. Antes, el transporte de las sacas lo custodiaba la Guardia Civil, pero renunció a ello al tener que hacer frente a otros servicios.»

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