Honorable mediador
El honorable Josep Tarradellas le echó una mano a José Luis Núñez cuando se vio en apuros, a raíz de la consecución de la Recopa en Basilea. El mayor bochorno de Núñez fue precisamente en la plaza de San Jaime, en donde millares de barcelonistas reclamaron la presencia de Neeskens, cuya despe dida ya había anunciado el presidente barcelonistaJosé Luis Núñez respondió a aquellos gritos de los hinchas con el anuncio de su dimisión. Quiso medir sus fuerzas y se encontró con el apoyo de Tarradellas, que le pidió por escrito que continuara al frente del Barça. De la crisis salió fortalecido Núñez, ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El honorable Josep Tarradellas le echó una mano a José Luis Núñez cuando se vio en apuros, a raíz de la consecución de la Recopa en Basilea. El mayor bochorno de Núñez fue precisamente en la plaza de San Jaime, en donde millares de barcelonistas reclamaron la presencia de Neeskens, cuya despe dida ya había anunciado el presidente barcelonistaJosé Luis Núñez respondió a aquellos gritos de los hinchas con el anuncio de su dimisión. Quiso medir sus fuerzas y se encontró con el apoyo de Tarradellas, que le pidió por escrito que continuara al frente del Barça. De la crisis salió fortalecido Núñez, y ello le valió para pedir mayor apoyo de lo socios durante la asamblea y respaldo para su política sobre la transmisión televisiva de los partidos. El argumento de los sesenta millones que tenía en contrato el Real Madrid con RTVE le sirvió para obtener el aplauso de los compromisarios.
El enfrentamiento con el presidente del Madrid, Luis de Carlos, a costa de los supuestos favores arbitrales que recibe la «Casa Blanca», se había convertido en un tema agrio y amenazaba con ponerle al partido del domingo una carga explosiva superior a la tradicional.
Josep Tarradellas se ha marcado un tanto al lograr reunir a los presidentes en la Generalidad. Tarradellas ha usado un argumento electorero importante en el momento justo. Núñez le paga el favor y, al tiempo, hay que pensar que se devolverá el partido Barcelona-Madrid a sus límites estrictos.