El traslado desde Cartagena a El Escorial se hizo por via aérea

Los restos mortales del rey Alfonso XIII llegaron al monasterio del Escorial a bordo de un helicóptero chinook, acompañado de otros dos, en uno de los cuales viajaba don Juan de Borbón, y otros diez helicópteros que sirvieron de escolta. Eran las 11.50 horas cuando esta flota despegó del aeropuerto madrileño de Getafe. con un considerable retraso debido a que el temporal de nieve que ayer cubrió varias horas de la mañana madrileña estuvo a punto de variar los planes inicialmente previstos para el traslado.Así, ante la tormenta de nieve, se pensó que los restos mortales del rey fueran co...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los restos mortales del rey Alfonso XIII llegaron al monasterio del Escorial a bordo de un helicóptero chinook, acompañado de otros dos, en uno de los cuales viajaba don Juan de Borbón, y otros diez helicópteros que sirvieron de escolta. Eran las 11.50 horas cuando esta flota despegó del aeropuerto madrileño de Getafe. con un considerable retraso debido a que el temporal de nieve que ayer cubrió varias horas de la mañana madrileña estuvo a punto de variar los planes inicialmente previstos para el traslado.Así, ante la tormenta de nieve, se pensó que los restos mortales del rey fueran conducidos hasta El Escorial por carretera, a bordo de un furgón fúnebre. Veinte soldados de la policía del Ejército del Aire intentaron introducir el féretro en dicho furgón, pero no fue posible porque, al parecer, la embocadura de éste no era adecuada. Ante esta circunstancia, y en vista de que las condiciones atmosféricas experimentaban una leve mejoría, otros veinte soldados volvieron a sacar el real féretro del furgón para íntroducirlo finalmente en el helicóptero, cuyos tripulantes, al mando del comandante Lara, se mostraron vivamente emocionados por poder participar en tan histórico acontecimiento.

Antes de embarcar rumbo a El Escorial, los restos mortales del rey Alfonso XIII habían llegado a la base aérea de Getafe a bordo del avión C-130 Hércules, procedente de San Javier (Murcia), de donde había despegado a las 9.15 horas.

A ambos lados de la pista del aeropuerto militar madrileño aguardaban al féretro real dos formaciones de soldados del Ejército del Aire. Al final de la pista se instalaron dos tribunas, una para el personal militar y otra para los Civiles. Don Juan de Borbón, que había llegado una hora antes en un avión Mystere, vestía el uniforme de almirante de la Armada, con toisón de oro y aguardó la llegada del rey Alfonso XIII junto con cientos y cientos de personas que acudieron al recinto de la base, pese a las bajas temperaturas y la constante lluvia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En